Tensión en la Rural por las retenciones mientras se espera una liquidación récord de soja

Julio podría aportar un alivio financiero inesperado para el Gobierno, con una fuerte liquidación de divisas del agro que ayudará a robustecer las reservas del Banco Central y sostener el superávit fiscal que exhibe la gestión de Javier Milei. En un contexto en el que el mercado cambiario exige señales claras y la macroeconomía continúa bajo presión, el cierre de la campaña sojera promete una inyección significativa de dólares gracias a las últimas grandes ventas. Sin embargo, el clima no es uniforme en el mundo agropecuario: la Sociedad Rural Argentina atraviesa una interna creciente que expone diferencias en la conducción y la estrategia gremial del sector.

La tensión se hizo más visible tras el regreso al porcentaje original de las retenciones a la soja y otros productos, luego de que venciera la rebaja temporal dispuesta a principios de año. Muchos productores esperaban que esa baja se mantuviera, o incluso se ampliara, como señal de cumplimiento de las promesas de campaña de Milei. En 2023, el entonces candidato había afirmado que eliminaría los derechos de exportación, aunque sin poner plazos. Para varios dirigentes, esa ambigüedad ahora se transformó en motivo de disputa interna. Las retenciones siguen al tope de la agenda y condicionan la unidad del sector.

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En apenas tres semanas, la Sociedad Rural celebrará su exposición anual en el predio de Palermo, el evento más simbólico y mediático del agro argentino. Según las expectativas, el presidente Milei volverá a tomar la palabra en ese escenario, lo que le imprimirá aún más tensión política al encuentro. Antes de su discurso, como es tradición, hablará Nicolás Pino, titular de la entidad, quien deberá elegir con cuidado qué tono adoptar: uno más conciliador o uno más exigente con la Casa Rosada.

Algunos referentes dentro de la entidad reclaman una postura más firme, en línea con el malestar que perciben entre productores de distintas regiones. El vicepresidente de la Sociedad Rural, Marcos Pereda, no dudó en calificar la suba de retenciones como “un error”. Y fue más allá: “Todos sabemos que es un impuesto discriminatorio, confiscatorio y distorsivo”, afirmó en diálogo con Noticias Argentinas. El objetivo del mensaje, dijo, debe ser dejar en claro el peso del aporte compulsivo que hace el campo.

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Según Pereda, en 2023 las cadenas de granos transfirieron al Estado unos 5.350 millones de dólares en concepto de retenciones, una cifra que sostiene parte del superávit que el Gobierno considera su principal carta política. “El aporte compulsivo que hacen los productores es gigantesco y sostiene el superávit fiscal”, sostuvo el dirigente. Este punto no es menor: en el oficialismo saben que mantener la macro ordenada, con inflación en baja y reservas fortalecidas, es esencial para llegar con aire a las elecciones legislativas de octubre.

Pero puertas adentro de la Rural, los consensos parecen escurrirse. Las diferencias sobre cómo posicionarse frente al Gobierno y hasta qué punto acompañar sus medidas comienzan a marcar una línea divisoria dentro de la institución. Aunque el reclamo por las retenciones es compartido, no hay acuerdo sobre la estrategia ni sobre el discurso que debe asumir su presidente durante el acto central de la exposición. El mensaje será analizado en detalle, tanto por el Gobierno como por las bases rurales.

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La gestión de Pino, que hasta ahora logró sostener cierta cohesión, empieza a mostrar fisuras visibles. Para algunos sectores más duros, la conducción de la Rural debería “marcar la cancha” con mayor énfasis. “Esperamos más energía en el discurso, más énfasis, que el reclamo quede bien claro”, deslizaron fuentes cercanas a la cúpula de la entidad. La exposición en Palermo se perfila así como un escenario de tensión discursiva y de señales cruzadas.

Mientras tanto, los dólares que entrarán por la soja siguen siendo bienvenidos en el círculo oficial. Con reservas todavía frágiles, el Gobierno espera que la liquidación del agro ayude a sostener la calma cambiaria y a cumplir con los compromisos fiscales. Pero ese mismo flujo de divisas también pone sobre la mesa una discusión más profunda sobre la distribución del esfuerzo, el peso de la carga impositiva y el rol de un sector que vuelve a ser protagonista, aunque no siempre en sintonía con la Casa Rosada.

Fuente: NA.