Fiesta en la tribuna, golpe en la cancha: Rosario Central empató pese a Ángel Di María

Rosario Central vivió una tarde emotiva e histórica con el regreso oficial de Ángel Di María al club de sus amores. Después de más de 18 años, Fideo volvió a jugar en el Gigante de Arroyito con la camiseta que lo vio nacer. Desde temprano, los hinchas llenaron las tribunas para recibirlo con banderas, cantos y una ovación que pareció eterna.

El debut fue ante Godoy Cruz, en la primera fecha del Torneo Clausura, con Di María como titular desde el inicio. Central tuvo la posesión durante buena parte del encuentro, pero no logró plasmar su dominio en el marcador. El visitante aguantó bien y aprovechó su momento.

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El gol del Canalla llegó tras una polémica decisión del árbitro Dóvalo, que cobró penal por una supuesta infracción de Barrea a Véliz. Di María tomó la pelota y, con categoría, convirtió el 1-0 a los 32 minutos del segundo tiempo. Todo el estadio estalló en celebración, como si ese tanto valiera mucho más que tres puntos.

Sin embargo, Godoy Cruz no se resignó y fue en busca del empate. Central perdió intensidad con la salida de Fideo y quedó desordenado. En el minuto 50, Vicente Poggi marcó el empate que silenció el estadio.

Ángel se había mostrado activo durante todo el partido, jugando bien abierto por derecha y asumiendo la responsabilidad de cada balón detenido. Metió varios centros precisos, buscó a sus compañeros con inteligencia y desbordó constantemente. La defensa mendocina no tuvo una tarea fácil.

A los 36 minutos del segundo tiempo, Di María pidió el cambio. Salió visiblemente dolorido y se tocó el muslo izquierdo, aunque no pareció una lesión grave. El público lo despidió con una ovación conmovedora.

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Rosario Central terminó el encuentro con uno menos y sufrió la igualdad en el último suspiro. El gol de Poggi fue un golpe duro en medio de tanta ilusión. El equipo de Holan deberá ajustar piezas de cara a lo que viene.

En la previa, el entrenador de Godoy Cruz, Esteban Solari, había elogiado el regreso de Fideo. “Es un orgullo que un jugador de su jerarquía vuelva al país”, declaró. Sus palabras anticiparon un partido cargado de emoción y expectativa.

La fiesta fue completa desde las tribunas, pero no en el resultado. Fideo volvió a Central después de 6571 días, metió un gol y se llevó una ovación, aunque el empate opacó la celebración. La ilusión sigue viva, pero el debut dejó sabor a poco.