
Condenado por el asalto al Capitolio rechazó el perdón de Trump y pidió cárcel también para él
Actualidad13/07/2025

Jason Riddle no busca excusas. Condenado por participar en el violento asalto al Capitolio en 2021, rechazó de forma contundente el perdón presidencial firmado por Donald Trump y pidió que el expresidente pague con la misma moneda.

En una entrevista televisiva con WMUR News 9, el exmilitar reconoció que fue parte de algo grave. “Causé mucho daño al estar allí. Lastimé a mucha gente en el camino”, dijo. No quiso minimizar su responsabilidad ni aferrarse al salvavidas legal de su antiguo referente.
Riddle recibió una pena de 90 días de prisión y tres años de libertad condicional. Cumplió su condena y ahora busca cerrar el ciclo con una decisión que sorprendió a muchos: “No aceptaré ningún tipo de perdón de Trump. Eso sería negar todo lo que pasó.”
“Estaba mentalmente rehén. Trump me absorbió por completo”, confesó. Dijo que asistió a numerosos actos del expresidente y que se convenció de que las elecciones habían sido fraudulentas. Hoy ve todo con otros ojos.
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El veterano canalizó su rechazo al perdón a través de la oficina de la senadora demócrata Maggie Hassan, que lo ayudó a dejar por escrito su decisión. “No quiero pasar por alto lo que hice ni lo que él hizo”, afirmó.
La entrevista dejó frases duras. “Trump también merece ir a prisión. Fue el que provocó esto. Algún día, espero, lo hará.”
El caso de Riddle no es único. Pamela Hemphill, otra de las condenadas, también rechazó el indulto. En su testimonio público habló de “una secta” y dijo que aceptar el perdón sería “un insulto a la democracia y a los agentes que arriesgaron su vida.”
El asalto al Capitolio dejó cinco muertos, decenas de heridos y una herida profunda en la institucionalidad norteamericana. En ese contexto, el perdón masivo firmado por Trump para más de 1.500 implicados encendió nuevas polémicas.
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Para Riddle, esa medida no borra lo ocurrido ni repara el daño. Dijo que prefiere asumir su culpa con dignidad antes que seguir arrastrando una mentira. “Necesito salir de esto siendo una mejor persona, no alguien que se esconde detrás de un decreto.”
Durante la entrevista, contó que muchas personas de su entorno también empezaron a distanciarse del discurso extremista. “No quiero vivir más en la negación”, aseguró.
En redes sociales, su decisión dividió opiniones. Algunos lo aplaudieron por su honestidad, otros lo trataron de traidor. Él, sin embargo, se mantiene firme: “Esto fue algo horrible. Me arrepiento. Pero no pienso callarme más.”
Mientras tanto, la causa general por el asalto al Capitolio sigue activa. Trump enfrenta cargos por incitación a la insurrección, entre otras acusaciones. Los testimonios como el de Riddle empiezan a pesar.
“No soy un héroe, pero ya no quiero ser cómplice.” Así cerró la nota, dejando claro que hay un sector del trumpismo que empieza a resquebrajarse desde adentro.




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