
Reconvertir o desaparecer: el modelo ovino mixto que busca salvar al campo patagónico
Chubut14/07/2025

“Si no cambiamos el modelo productivo, desaparecemos”, fue la advertencia de Armando Sáenz durante una presentación que duró más de dos horas en la Legislatura del Chubut. Ingeniero agrónomo, productor ovino y referente del campo patagónico, Sáenz no llevó un reclamo, sino una propuesta con base real. Invitado por el diputado Leonardo Bowman, compartió con diputados y con el vicegobernador Gustavo Menna un sistema mixto de carne y lana con rentabilidad comprobada que podría transformar el presente y futuro de la ganadería regional.

El modelo fue diseñado y probado por el equipo de Sáenz durante seis años. “Mostramos números. No solo producción, también rentabilidad. Porque sin eso, no hay futuro posible”, subrayó. Se trata de alimentación continua con comederos autorregulados, lo que permite estabilizar el estado corporal del animal y duplicar la facturación por carne respecto a la lana, sin perder calidad de fibra.
Sáenz puso a disposición toda la información generada en su establecimiento cerca de Trelew. “Es un modelo rentable, sustentable y probado en campo real, no en teoría”, explicó. Allí, con 3.000 animales, logró vender carne por 120 unidades monetarias e ingresos de 50 por lana, con una inversión de apenas 20 en alimento, según detalló.
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Además, el modelo permite mantener la majada joven, obtener madres en mejor estado y vender corderos más pesados. El INTA validó los resultados y confirmó que “los animales consumen apenas 60 gramos por día, lo justo para sostener altos niveles productivos sin perder rentabilidad”.
Durante su intervención, Sáenz hizo foco en el cambio de época. Recordó que hace tres décadas el 80% de los ingresos ovinos venía de la lana, pero hoy ese esquema se agotó. “Hoy no alcanza ni para mantener el campo abierto”, advirtió. El mercado de lana está estancado, presionado por las fibras sintéticas, mientras que la carne ovina tiene demanda sostenida y precios altos.
El contexto también empuja a una transformación. La pérdida de cobertura vegetal, el avance del guanaco, el impacto del clima y malas decisiones redujeron la capacidad de carga entre un 30 y un 50% en varios campos. “Cada vez más productores abandonan y cada vez hay menos gente en el territorio”, lamentó Sáenz.
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Durante el encuentro, el vicegobernador Menna valoró la propuesta. “Es la primera vez que viene un grupo que no pide nada y trae una propuesta concreta con números y experiencia real”, dijo. Sáenz ofreció abrir su campo a legisladores y técnicos para que vean el modelo funcionando en vivo, sin intermediarios.
La propuesta también involucra a su familia. Su esposa e hija procesan la lana mediante una cooperativa textil, mientras su otra hija trabaja con bonos de carbono. “Somos productores de tres generaciones. Queremos seguir siéndolo. Pero con este rumbo, muchos no llegan”, expresó.
El mensaje final fue contundente: “Esta actividad no se sostiene sola. Y no estamos pidiendo plata, sino ser escuchados”. A través del diputado Bowman, Sáenz busca que más productores accedan a la información. Porque, según dijo, “cuando un campo se cierra, no vuelve a abrir. Y cuando se va una familia, no vuelve más”.









