Nuevo capítulo en el caso Maradona: sortearon juez para el segundo juicio

La Justicia dio un nuevo paso en la causa por la muerte de Diego Armando Maradona con la designación del juez Pablo Adrián Rolón como integrante del Tribunal Oral en lo Criminal N.º 7, que deberá llevar adelante el segundo juicio por homicidio simple con dolo eventual contra el equipo médico. Su incorporación se da luego de la salida del juez Alejandro Lago, quien se excusó por motivos de salud y presentó licencia médica por seis meses.

Rolón, de 55 años, tiene una extensa trayectoria en el Poder Judicial y se ha desempeñado como fiscal, secretario y juez, con especialización en derecho penal y procesal penal. No es ajeno a los estrados ni a las causas complejas, aunque su presencia en este proceso todavía debe sortear objeciones formales: tanto él como las defensas cuentan con dos semanas para aceptar el cargo, excusarse o plantear recusaciones.

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Este avance en la conformación del tribunal se produce tras la anulación del juicio original, empañado por el escándalo de la jueza Julieta Makintach, cuya participación en la filmación no autorizada del documental “Justicia Divina” forzó el reinicio del proceso. En ese contexto, la justicia intenta recomponer la causa y encaminar un nuevo debate oral bajo condiciones de imparcialidad, que siguen siendo motivo de disputa entre las partes.

El tribunal se completa con los jueces Alberto Gaig y Alberto Ortolani, aunque aún no se definió la fecha de inicio del juicio ni si el formato será técnico o por jurado. Esta última cuestión continúa generando tensiones entre querellas y defensas, con posturas divergentes sobre el mejor modelo para garantizar un proceso justo.

Desde la defensa de Agustina Cosachov, psiquiatra imputada en la causa, el abogado Vadim Mischanchuk cuestionó duramente el reinicio del juicio y la designación de Rolón. “Ya había salido sorteado y rechazó el cargo por exceso de trabajo. Ahora lo vuelve a asumir y no sabemos si será definitivo”, señaló en declaraciones televisivas, sugiriendo la posibilidad de una futura recusación.

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Mischanchuk también advirtió sobre los riesgos procesales que implica repetir el juicio, argumentando que “este proceso va camino a la nulidad absoluta” y que “no se puede juzgar dos veces el mismo hecho”. En ese sentido, cuestionó la reiteración de testimonios y la exposición cruzada entre testigos, algo que, según él, compromete la transparencia del proceso.

El nuevo juicio busca determinar la responsabilidad penal de siete profesionales de la salud que estuvieron a cargo de Maradona en sus últimos días, en el marco de una internación domiciliaria que, según la acusación, no cumplió los mínimos estándares médicos. La figura legal que se analiza es la de homicidio simple con dolo eventual, una de las más severas del Código Penal, y que podría derivar en penas de entre 8 y 25 años de prisión.

La expectativa por el inicio del proceso vuelve a poner al caso Maradona en el centro del debate judicial y mediático, en una causa donde la figura del ídolo y el escándalo institucional conviven con la complejidad legal. Mientras tanto, las partes siguen negociando las condiciones del juicio y esperan definiciones clave sobre los próximos pasos.