Lácteos Verónica al borde del colapso: debe millones y dejó de pagar sueldos
Actualidad16/07/2025
Sergio Bustos
Verónica en colapso financiero.
Lácteos Verónica atraviesa su peor momento. La compañía, con décadas de historia en el rubro lácteo argentino, acumula deudas millonarias, paró casi por completo su producción y dejó de pagar sueldos.
Según registros oficiales del Banco Central, la firma giró 1.829 cheques durante 2025 y apenas cubrió 153. El resto fue rechazado por falta de fondos, generando una deuda que ya supera los 5.420 millones de pesos.
La situación disparó alarma en las localidades donde la empresa tiene presencia directa. En Lehmann, Clason, Totoras y Suardi, el impacto económico y social es devastador. “Verónica es el principal empleador. Si cierra, no sabemos qué va a pasar”, advirtió Marcelo Bett, intendente de Lehmann.
Los empleados no cobran sus sueldos desde mayo. Solo percibieron el 40% del salario de ese mes. Tampoco recibieron el aguinaldo. Muchos deben elegir entre pagar la luz o comprar comida. Otros ya dejaron de pagar el alquiler.
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“La angustia es diaria. Nos deben todo y nadie da la cara”, sostuvo una trabajadora en la puerta de la planta. Desde que comenzó la retención de tareas, los operarios se turnan para custodiar el predio. Temen el vaciamiento o una salida silenciosa.
El gremio ATILRA advirtió que intensificará medidas. Planean una denuncia penal tributaria contra la firma. Señalan que, además de incumplir con los salarios, la empresa podría haber evadido obligaciones fiscales.
“Queremos que se investigue todo. Esto no es solo una crisis económica. También hay responsabilidad empresarial”, remarcaron desde el sindicato, que representa a los operarios lácteos en todo el país.
En paralelo, la Comisión de Asuntos Laborales de la Legislatura santafesina recibió a representantes de los trabajadores. El diputado Joaquín Blanco confirmó que harán un seguimiento judicial para evitar el cierre definitivo.
Desde la empresa no hubo declaraciones. La cúpula mantiene un silencio absoluto, incluso frente a los intentos de conciliación promovidos por el Ministerio de Trabajo de Santa Fe. Ninguna propuesta, ningún plan de pagos, ningún gesto.
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Mientras tanto, los bancos y cooperativas que prestaron dinero a la compañía también se ven afectados. Nación, Macro y BBVA figuran como los principales acreedores perjudicados. La cadena de pagos quedó completamente rota.
El escenario actual combina quiebra financiera, conflicto sindical y abandono institucional. No se trata solo de una empresa con problemas: hay cientos de familias que ya no pueden sostener su vida cotidiana.
La incertidumbre también golpea a los comercios de las localidades afectadas. Supermercados, farmacias y almacenes ya sienten la caída en las ventas. Muchos empleados dejaron de comprar fiado o directamente ya no entran.
La imagen de la vaca y el logo de Lácteos Verónica, que durante años fueron sinónimo de confianza en góndolas y publicidades, hoy están asociadas al miedo y la angustia. Lo que parecía impensado, está ocurriendo.
Ninguna autoridad nacional intervino hasta el momento. El conflicto avanza sin freno. Los operarios esperan respuestas. Los intendentes, soluciones. Y los directivos, siguen sin aparecer.
Si no hay un giro inmediato, Lácteos Verónica desaparecerá. No solo como marca comercial, sino como sostén de cientos de hogares. Y con ella se irá un pedazo del entramado productivo del interior santafesino.
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