Bombardeo israelí en Gaza hirió al sacerdote argentino Gabriel Romanelli y destruyó la única iglesia católica

La única iglesia católica en la Franja de Gaza fue alcanzada por un bombardeo israelí que dejó al menos dos muertos, varios heridos y graves daños estructurales. Entre los heridos se encuentra el padre argentino Gabriel Romanelli, párroco de la Iglesia de la Sagrada Familia y figura muy cercana al papa Francisco.

El ataque ocurrió en el barrio de Zaytoun, donde Israel ejecutó una serie de bombardeos durante las últimas horas. Según fuentes del Patriarcado Latino de Jerusalén, dos mujeres perdieron la vida y seis personas sufrieron heridas, dos de ellas en estado crítico.

El sacerdote argentino fue alcanzado por esquirlas y sufrió heridas leves en las piernas, según reportó la agencia italiana ANSA. Romanelli es conocido por haber sido uno de los informantes directos del Vaticano sobre la situación humanitaria en la región.

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El cardenal Pierbattista Pizzaballa confirmó que el ataque afectó directamente a la parroquia latina y lamentó las víctimas civiles. El lugar, que funcionaba como refugio para decenas de familias desplazadas, quedó severamente dañado. “Dos muertos y seis heridos, dos de ellos graves”, indicó el Patriarca a medios italianos.

En paralelo, la violencia se intensificó en otras ciudades de Gaza. En Yabalia, un ataque aéreo israelí mató a siete personas de una misma familia: padre, madre y cinco hijos, según informó la agencia palestina Wafa. En el campo de refugiados de Nuseirat, la artillería causó la muerte de al menos cuatro personas.

La situación humanitaria se agrava también en Al Bureij, donde un bombardeo contra una tienda de campaña provocó otras cuatro muertes. En Rafah, en el extremo sur del enclave, el Ejército israelí hizo estallar edificios residenciales, y en Zaytoun, otro misil impactó cerca de una escuela, dejando otras cuatro víctimas fatales.

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La Iglesia de la Sagrada Familia funcionaba como refugio humanitario en medio de la guerra, y albergaba a familias que no podían evacuar. El ataque revivió el temor de que lugares sagrados y civiles dejen de ser considerados zonas seguras en medio del conflicto.

Fuente: NA.