Lumilagro reduce 65% su planta y comenzará a importar termos desde China
Actualidad21/07/2025
REDACCIÓN
Fábrica de termos Lumilagro
La tradicional empresa argentina Lumilagro anunció un fuerte recorte en su producción local que afectará de lleno a su planta de trabajadores. El 65% del personal será desvinculado y la compañía pasará a importar desde Asia el 60% de los termos que comercializa. La medida surge tras la eliminación de aranceles a productos importados y el avance del contrabando.
La fábrica, que llegó a tener cerca de 200 empleados, quedará con apenas 65 operarios en actividad. Desde el Sindicato de Empleados del Vidrio (Seivara) explicaron que “la principal preocupación de los trabajadores es que se sostenga este grupo que quedó en pie”. El proceso de reducción comenzó en 2022 mediante retiros voluntarios y continuó con absorciones internas.
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La decisión empresarial se conoció poco después de que el Gobierno eliminara los aranceles antidumping que regían desde 2001. La medida impactó de inmediato en el sector. “Es readaptarse o morir”, sostuvo Carlos Bender, gerente comercial de Lumilagro, al confirmar que la empresa comenzará a traer sus productos desde China con diseño propio y control externo.
La compañía había apostado a una nueva línea de termos de acero inoxidable como estrategia de reconversión, pero no logró sostenerla. El horno de vidrio fue clausurado en 2024 y su espacio se destinó a la producción de acero, aunque esa alternativa también sufrió los efectos del mercado externo. La competencia de productos asiáticos a precios bajos marcó el límite.
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Desde el sindicato alertaron que el contrabando agravó la situación y debilitó aún más la competitividad nacional. “Solo desde Bolivia ingresaron más de 4 millones de unidades a precios absurdos”, señalaron. Esos termos, que llegan sin control y sin trazabilidad, alteran los valores de referencia del mercado interno.
Además, los cambios en el sistema de estampillado dificultan que el consumidor pueda distinguir entre productos legales e ilegales. Según Seivara, la falta de controles eficaces deja a los fabricantes nacionales en inferioridad de condiciones, tanto por precio como por calidad percibida.
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Lumilagro firmó un acuerdo con un socio chino que supervisará el diseño y fabricación de los termos que llegarán importados. “Ya está por entrar el primer container”, anticipó Bender. El objetivo declarado es mantener el abastecimiento en el mercado doméstico con una porción reducida de producción nacional.
Aunque la empresa afirma que los despidos fueron evitados con salidas voluntarias, la pérdida de empleo es evidente. El gremio remarcó que se buscó evitar despidos directos, pero la reconversión dejó fuera del circuito productivo a más de un centenar de personas.
Fuente: Clarín
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