
Confesó que mintió sobre un abuso y ahora acusan a su madre de manipularlo
Policiales24/07/2025
Sergio Bustos
“No fui abusado. Fui manipulado por mi madre.” Con esa frase, Tomás Ghisoni cambió la historia que marcó su vida familiar durante más de una década. Su testimonio público, grabado en un video que ya circula en redes, desató una denuncia penal contra su madre, Andrea Vázquez.


El fiscal Jorge Betini Sansoni presentó una imputación formal por falso testimonio agravado. Es el mismo funcionario que actuó en el juicio oral a Pablo Ghisoni, el padre de Tomás, quien pasó tres años en prisión preventiva y fue absuelto sin que el fiscal lo acusara.
“Lo más difícil de admitir es que sostuve esa acusación durante más de 10 años”, dijo Tomás. “No fue una mentira que inventé yo. Fue una historia impuesta por una figura adulta en la que confiaba plenamente: mi madre.”
El caso tuvo su origen en una larga disputa por la tenencia de los hijos, tras la separación de la pareja en 2009. En 2012, el Tribunal de Familia de Lomas de Zamora otorgó la custodia a Pablo Ghisoni. Dos años después, dos de los menores lo denunciaron por abuso.
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Eso bastó para que los chicos volvieran con su madre y Pablo quedara bajo sospecha. El proceso penal avanzó, el obstetra fue detenido y permaneció tres años preso por una denuncia que hoy se derrumba.
Tomás, ya adulto, rompió el pacto familiar que lo ataba al relato materno. Dijo que creció condicionado por una historia que le dictaban. “Me enseñaron qué decir, qué no decir, qué dibujar. Y yo, sin entenderlo del todo, lo hice.”
“Eso destruyó a un hombre inocente”, agregó. En el video pidió perdón, asumió su rol en la acusación y apuntó con firmeza contra su madre. El testimonio genera un giro judicial con impacto potencial en otras causas similares.
Andrea Vázquez había impulsado 40 denuncias contra su exmarido. La justicia considera ahora que muchas de ellas podrían haberse construido con la misma lógica: influenciar a los hijos y sostener un relato sistemático.
Francisco Ghisoni, el hijo mayor, nunca adhirió a la denuncia. Se mantuvo al lado de su padre y fue quien, en agosto de 2023, lo acompañó durante el juicio oral que terminó con su absolución. Pablo lloró al escucharlo en el Senado, meses después.
El fallo fue unánime y se dictó sin necesidad de debate. El fiscal decidió no presentar acusación. Aun así, Andrea Vázquez apeló el fallo, y esa impugnación todavía sigue en trámite judicial.
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Ahora, el Ministerio Público Fiscal la investiga como autora material de una denuncia falsa y promotora de un proceso judicial injusto. La figura de falso testimonio agravado se aplica cuando hay perjuicio grave para el imputado.
Pablo Ghisoni perdió su trabajo, su matrícula profesional, su reputación y su libertad. Recién en 2017 recuperó la libertad. Desde entonces vive con secuelas de lo que considera una persecución sin fundamento.
“Mi padre fue preso, perdió su nombre, su dignidad. Y yo lo causé.” Tomás no esquiva la responsabilidad. Su objetivo ahora es reparar el daño y contar su verdad. Su voz, hasta ahora silenciada, es la pieza que faltaba para entender una historia que lastimó a todos.
El caso genera repercusiones en el ámbito judicial y político. Distintos actores ya piden revisar criterios en causas de abuso donde no hay pruebas materiales. También se discute el uso de las denuncias en el marco de disputas familiares.
La confesión reabre heridas y obliga a revisar un expediente que marcó una década. Y deja una advertencia fuerte: “Una mentira sostenida puede destruir vidas. Yo lo viví.”
















