Senasa obliga a identificar con chips a todo el ganado bovino y equino desde 2026
Actualidad24/07/2025
Sergio Bustos
Los chips a implementar.
La trazabilidad ganadera entra en una nueva etapa. El Senasa reglamentó el sistema de identificación electrónica obligatoria que regirá desde el 1° de enero de 2026. Todos los bovinos, búfalos y equinos deberán contar con un chip único e irrepetible.
La medida se oficializó con la Resolución 530/2025, firmada por Pablo Cortese, presidente del organismo. La norma, publicada en el Boletín Oficial, establece los criterios técnicos, el tipo de dispositivos permitidos y los colores que deberá tener cada caravana.
Para el resto de las especies ganaderas, la implementación será voluntaria. Ovinos, caprinos, camélidos y porcinos podrán sumarse al sistema, pero no estarán obligados. El foco está puesto en el stock bovino, que representa el mayor volumen de movimiento.
La identificación se realizará a través de tecnología RFID. Los chips pueden colocarse en caravanas plásticas tipo botón, bolos ruminales o transpondedores inyectables. En el caso de los caballos, solo se autoriza el transpondedor inyectable.
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El código de cada chip estará compuesto por tres partes: el número del país (032 para Argentina), un código por especie y un número individual de diez dígitos. “Cada animal tendrá su propio número, que no podrá repetirse nunca”, detalla la resolución.
Los productores deberán asumir todos los costos. Eso incluye la compra de los chips, los lectores electrónicos y la carga de los datos en el sistema oficial. También serán responsables de aplicar los dispositivos con personal capacitado.
El Senasa definió exigencias estrictas para los dispositivos. Deberán resistir temperaturas extremas, funcionar con normas ISO 11784 y 11785, y permitir lecturas a distancia mínima de 25 cm con lectores portátiles y 80 cm con lectores fijos.
Los lectores también deberán cumplir requisitos técnicos. Tienen que contar con memoria para al menos 1.000 registros, pantalla con sonido y vibración, conexión Bluetooth, y compatibilidad con Windows, Android e iOS. La batería debe durar más de cinco horas.
La reglamentación también definió los colores de cada caravana electrónica. Blanco y verde para bovinos según la zona de vacunación contra fiebre aftosa, rojo para animales importados, rosa para porcinos, lila para camélidos y caprinos.
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Para ovinos se usará un sistema rotativo de colores por año. Al igual que en Australia, se rotará un color distinto por cada año de nacimiento. El ciclo comienza con celeste (2023) y termina con rojo (2030), con ocho tonos diferentes.
Las caravanas deberán tener una superficie lisa y permitir lectura horizontal. El formato de las tarjetas visuales será libre, siempre que respeten esas condiciones. No se admitirán ángulos que puedan generar pérdidas del dispositivo.
El Senasa también reglamentó la inscripción de proveedores. Solo podrán vender dispositivos las empresas habilitadas como fabricantes, importadores o distribuidores. El certificado ICAR será un requisito casi obligatorio para operar.
Los proveedores actuales tendrán tiempo hasta agosto de 2026 para adaptarse. Quienes deseen sumar nuevas especies o tecnologías, deberán presentar un pedido formal de ampliación.
El uso de chips no es nuevo, pero ahora será obligatorio. La novedad es que desde 2026 no se podrá mover ni comercializar animales sin trazabilidad individual. Cada productor deberá registrar todo movimiento ante Senasa.
La medida busca mejorar el control sanitario, la trazabilidad y las garantías de exportación. Pero en el campo ya crecen las dudas sobre los costos y la logística de implementación.
“Todo animal debe estar identificado desde el destete”, reiteró el organismo. A partir de 2026, sin chip, no habrá permiso de movimiento ni acceso a mercados.
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