
La familia del lonco Ñanco mantuvo viva la rogativa ancestral en el aniversario de Madryn
Chubut28/07/2025
REDACCIÓN
La ciudad de Puerto Madryn comenzó los actos por su aniversario con una rogativa ancestral encabezada por la comunidad mapuche tehuelche en Punta Cuevas. El encuentro, que se realiza desde hace más de 25 años, tuvo este año una carga simbólica particular: fue la primera ceremonia sin la presencia física del lonco Ángel Ñanco, fallecido en febrero.


Marcela Ñanco, hija del lonco y miembro de la comunidad Pu Fotum Mapu, compartió con #LA17 la emoción de este nuevo capítulo. “Participamos como lo venimos haciendo, con la rogativa, el ruego, la máxima expresión del pueblo mapuche”, explicó durante la ceremonia realizada al amanecer del 28 de julio.

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El acto marcó la apertura espiritual del aniversario de Puerto Madryn, y fue vivido como una continuidad del legado que dejó Ángel Ñanco. “Tiene una connotación muy significativa para nosotros como familia y como comunidad. Mi papá dejó un trazado que hoy nos toca seguir”, señaló Marcela, visiblemente conmovida.
La rogativa se mantuvo como una ceremonia abierta a toda la sociedad, con el objetivo de visibilizar la historia y el presente de los pueblos originarios en la ciudad. “Nosotros somos una comunidad urbana que mantiene una cosmovisión ancestral. Esta ceremonia es parte de una reparación histórica”, subrayó la referente.

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En esta edición, la comunidad reafirmó su pertenencia al territorio, su identidad colectiva y su decisión de mantener viva una práctica espiritual que trasciende generaciones. El ritual incluyó ofrendas, oraciones, cantos y gestos simbólicos que conectan con la tierra y con los ancestros.
La continuidad de la rogativa también representa una forma de resistencia cultural. “Queremos que la sociedad sepa que aún estamos de pie”, expresó Marcela Ñanco. La ceremonia se inscribe como parte de una lucha por el reconocimiento y la vigencia de los derechos indígenas.

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El legado del lonco Ñanco sigue presente a través de sus hijas e hijos, que hoy asumen el compromiso de sostener la palabra y el camino espiritual que dejó abierto. La familia comparte ese rol con la comunidad en su conjunto, manteniendo el equilibrio entre la tradición y la vida urbana.
La rogativa en Punta Cuevas se ha transformado en un acto de comunión entre el pasado y el presente. La elección del sitio no es casual: allí desembarcaron los colonos galeses en 1865, y allí también la comunidad originaria reafirma su permanencia histórica en el mismo espacio.

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Puerto Madryn celebró así el inicio de su aniversario con una ceremonia que no solo recordó, sino que también proyectó. En palabras de la comunidad, “el futuro se sostiene con raíces profundas, con memoria y con respeto mutuo”.


















