El turismo dejó un déficit de más de US$360 millones en junio y preocupa la salida de divisas

La balanza turística volvió a jugar en contra de la economía argentina. Según datos difundidos por el INDEC, junio cerró con un saldo negativo de más de US$360 millones debido a la fuerte diferencia entre turistas que salieron del país y los que ingresaron. La cifra preocupa al Gobierno por su impacto en la salida de divisas, en un contexto de presión cambiaria y necesidad de dólares.

Durante el mes, 643.800 argentinos viajaron al exterior, lo que representa un aumento del 28,6% interanual, mientras que apenas ingresaron 318.800 turistas extranjeros, un 4,3% menos que en junio del año pasado. Esta diferencia dejó un saldo negativo de 325.000 viajeros y evidenció una creciente fuga de consumo turístico hacia el extranjero.

El impacto económico fue aún más marcado. Mientras los argentinos gastaron US$557 millones fuera del país, los turistas que llegaron dejaron apenas US$196 millones en territorio nacional. El resultado: un déficit mensual de US$360,5 millones que profundiza el rojo acumulado del año, que ya supera los 700.000 turistas y presiona las cuentas externas.

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Los destinos más elegidos por los argentinos siguen siendo Brasil y Chile, que concentran más del 60% del flujo saliente. Por su parte, los visitantes que llegaron a Argentina provinieron mayoritariamente de países limítrofes —un 71,7%— con Brasil, Uruguay y Chile a la cabeza. En ambos sentidos, la vía aérea sigue siendo el medio de transporte más utilizado.

Ante esta tendencia, el Gobierno nacional anunció una serie de cambios metodológicos en la Encuesta de Turismo Internacional (ETI), con el objetivo de afinar el análisis del gasto turístico. Entre las novedades se incorporará información mensual detallada sobre rubros de consumo, gasto total, promedio diario, actividades preferidas y paso fronterizo utilizado.

También se sumará una evaluación trimestral de los servicios turísticos que será respondida por los visitantes extranjeros. Con esto se busca identificar áreas de mejora para fomentar el turismo receptivo y potenciar ingresos en divisas.

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Una de las claves de esta actualización será la distinción entre el consumo realizado físicamente en el exterior y las compras online o con tarjetas hechas desde la Argentina. Esta diferenciación es esencial para comprender con mayor precisión el drenaje de dólares y tomar medidas orientadas a la sostenibilidad del sector.

En lo que va de 2025, el turismo se consolida como un canal importante de salida de divisas, en contraste con una baja performance del turismo receptivo. La caída en el arribo de extranjeros golpea a las economías regionales y evidencia las dificultades de la industria turística argentina para competir en el mercado internacional.

El desafío para el segundo semestre será doble: contener la fuga turística y reactivar el ingreso de viajeros. Para eso, el Gobierno proyecta nuevas campañas de promoción, actualización de la infraestructura turística y posibles incentivos fiscales para operadores receptivos.