El periodismo en Gaza resiste entre escombros, hambre y amenazas permanentes

Informar desde Gaza se ha vuelto una tarea extrema y casi imposible. Según el podcast Programa Especial de Radio Francia Internacional (RFI), 229 periodistas han perdido la vida desde el inicio de la guerra y la labor informativa se sostiene con grandes limitaciones y riesgos. La cadena recogió testimonios de trabajadores de prensa que viven en el enclave o que lograron salir a través de gestiones diplomáticas.

Rami Al Meghari es uno de los periodistas palestinos que continúa trabajando en medio del caos. Desde hace 22 meses, se traslada entre campos de refugiados para grabar testimonios y enviarlos a la redacción de RFI en Jerusalén. “Veo gente desmayarse en la calle”, relató, tras señalar que el hambre golpea fuerte en su familia. Con el ruido de drones de fondo, en un audio reciente aseguró: “Estoy determinado a sacar a mi familia de Gaza para que mis hijos puedan vivir mejor vida”.

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En paralelo, la cadena solicitó formalmente a la cancillería francesa que facilite su evacuación. “Nuestros colaboradores pueden morir. Queremos que Rami pueda venir a Francia. Para eso necesitamos el acuerdo de Francia, de Israel y de Egipto. Es muy difícil”, explicó el director de RFI, Jean-Marc Four. Una operación similar permitió sacar a Kayed Hammad en junio, gracias a la gestión del consulado español.

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Hammad cruzó la frontera por Kerem Shalom junto a su familia tras esperar en Deir Al Balah, luego de recorrer 25 kilómetros entre tanques y escombros. “Lo hicimos en cuatro horas porque no había camino”, dijo. Del lado israelí fue recibido por el cónsul con comida que no probaban hacía años. Viajaron a Jordania y luego a Málaga. El operativo fue mantenido en secreto hasta concretarse.

El 24 de julio, varios medios internacionales difundieron un comunicado conjunto para reclamar la apertura del acceso a prensa extranjera y condiciones seguras para los periodistas en Gaza. Entre los firmantes se encuentra la Agencia France-Presse (AFP), cuya Sociedad de Periodistas alertó que sus colegas gazatíes viven en ruinas. “Nos preocupa su realidad. No tienen casi fuerzas para contarlo”, dijo Toni Cerdà.

El control israelí sobre la información es extremo. Nadie entra ni sale de Gaza sin autorización y los corresponsales solo acceden bajo estricta vigilancia militar. El periodista de RFI en Jerusalén, Sami Boukhelifa, logró ingresar brevemente a Jabalia, donde solo pudo moverse por unas horas. “Lo que se ve de Gaza son imágenes grabadas por periodistas palestinos”, detalló la cadena.

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Reporteros Sin Fronteras (RSF) documentó que 46 periodistas fueron asesinados mientras ejercían su labor, identificados como blancos militares. Elena García, vocera de la organización, afirmó que “Israel establece un blocus mediático para impedir que se cubra la guerra de manera independiente”.

La situación también es delicada en Cisjordania, donde crece la violencia desde octubre de 2023. Allí los equipos de RFI fueron testigos de ataques a colegas y tienen órdenes de replegarse apenas aparece el ejército. “Disparan incluso a periodistas con chalecos identificados”, denunciaron.

En este contexto, la labor de los periodistas palestinos representa una línea de resistencia informativa, sostenida con coraje y humanidad. Mientras los gobiernos callan y los accesos se bloquean, la voz de quienes aún cuentan lo que pasa es el único puente con la realidad.

Material publicado por gentileza Radio Francia Internacional