Detectan misteriosas estructuras bajo Giza y crecen teorías sobre tumbas ocultas
Actualidad31/07/2025
Sergio Bustos
Las pirámides egipcias.
Un hallazgo inesperado sacudió al mundo arqueológico. A pocos metros de las pirámides de Giza, investigadores japoneses y egipcios detectaron dos estructuras enterradas que reavivan el misterio sobre el antiguo Egipto.
“Podría tratarse de una gran estructura subterránea”, adelantó el equipo dirigido por Motoyuki Sato, de la Universidad de Tohoku.
El hallazgo ocurrió en el cementerio occidental de Giza, una vasta necrópolis de más de 4.500 años. La zona donde se ubicaron las anomalías permaneció sin explorar durante décadas por la ausencia de restos visibles.
Gracias a tecnologías de radar terrestre y resistividad eléctrica, los investigadores localizaron una estructura en forma de L, de 10 metros de largo y a solo 2 metros de profundidad.
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Pero lo más impactante apareció debajo. Los instrumentos revelaron una segunda anomalía más profunda, con características eléctricas inusuales.
“La estructura y ubicación exacta no están claras”, reconocieron los expertos, aunque algunos ya especulan con la posibilidad de una tumba de alto rango.
El radar de penetración terrestre (GPR) y la tomografía de resistividad eléctrica (ERT) permitieron mapear el subsuelo sin remover una sola piedra. Esta metodología revolucionó la arqueología moderna.
El cementerio occidental ya albergaba mastabas de nobles y funcionarios. Sin embargo, esta zona se creía estéril. Ahora podría contener restos aún desconocidos.
La forma en L de la primera estructura sugiere una posible entrada hacia algo más profundo. La segunda anomalía, aún sin forma definida, despierta las teorías.
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“No me sorprendería que fuera una tumba”, opinó el egiptólogo Roland Enmarch, de la Universidad de Liverpool.
La orientación no coincide con las mastabas del lugar. Eso podría indicar una datación diferente o un uso alternativo.
Por ahora, el equipo no confirmó de qué material están hechas las estructuras. No se descarta que puedan tratarse de cámaras, túneles o recintos ceremoniales.
“La próxima etapa es excavar cuidadosamente para comprobar lo que revelaron los sensores”, explicaron los investigadores.
El descubrimiento fue publicado en Archaeological Prospection y replicado por medios científicos de todo el mundo. La comunidad arqueológica internacional sigue el caso con atención.
Si se confirma que se trata de una tumba desconocida, el hallazgo podría aportar datos inéditos sobre rituales, jerarquías y urbanismo funerario del Egipto faraónico.
Por ahora, las arenas de Giza guardan silencio. Pero bajo la superficie, algo antiguo espera salir a la luz.
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