Weretilneck sorprendió con un viejo conocido: Sergio Wisky ya opera en Salud de Río Negro

El gobierno de Río Negro se guardó el anuncio, pero Sergio Wisky ya ocupa un cargo clave en el Ministerio de Salud desde el 10 de julio. El exdiputado nacional del PRO, médico sanitarista y exfuncionario de Chubut, fue designado como secretario de Coordinación Operativa de Salud por decreto del gobernador Alberto Weretilneck, aunque el nombramiento recién se publicó esta semana.

Wisky, que venía de un breve regreso al gabinete de Ignacio Torres en Chubut, volvió a Bariloche con funciones formales y sin ruidos políticos. Su paso por la gestión patagónica incluyó un intento de reorganización financiera en la obra social provincial, tras ser desplazado del área sanitaria.

El nuevo rol en Río Negro depende directamente del ministro Demetrio Thalasselis, quien creó el cargo especialmente para esta etapa. En el ambiente médico barilochense, su regreso fue bien recibido: muchos recuerdan cuando en 2014 fue votado por la propia asamblea del Hospital Ramón Carrillo para dirigirlo, aunque finalmente Weretilneck eligió a otra profesional.

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“Nos representó en el Congreso, pero siempre fue médico de trinchera”, señalaron desde el hospital local. Su historia incluye la intendencia de El Bolsón, la dirección hospitalaria y un paso por la terapia intensiva en Bariloche antes de meterse en política nacional.

Con vínculos históricos con el radicalismo, Wisky llegó al Congreso en 2015 junto a Mauricio Macri. Tras perder la reelección en 2019, recaló en la Ciudad de Buenos Aires como asesor de Horacio Rodríguez Larreta y volvió a escena en diciembre de 2023 en Chubut.

En Chubut, su gestión fue breve y movida: de secretario de Salud pasó a dirigir el ISSyS, donde ajustó números, y regresó al ministerio antes de su salida definitiva. Tres semanas después, ya estaba en funciones en Río Negro.

“Conoce el sistema desde adentro, tiene calle”, afirman médicos del Carrillo. Su nombramiento despierta expectativa por lo que pueda aportar en la coordinación operativa, en una cartera donde no sobran perfiles técnicos con experiencia de gestión nacional y provincial.

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La formalización por decreto fue publicada este lunes, pero la firma data del 10 de julio. El dato no es menor: Wisky ya estaba en funciones cuando recién comenzaban a circular rumores de cambios en el ministerio rionegrino.

Thalasselis, el nuevo ministro, movió fichas sin estridencias y Wisky apareció como un refuerzo quirúrgico. Su rol apunta a optimizar la articulación operativa del sistema provincial de salud.

Aunque no hay anuncios oficiales, el nuevo secretario ya se reunió con directores de hospitales y empezó a diseñar un esquema de coordinación territorial. No se descartan visitas al interior en las próximas semanas.

Desde el gobierno de Río Negro evitaron exponerlo públicamente, pero su presencia ya genera movimientos internos. Algunos lo ven como un futuro ministro en reserva, si el tablero político se mueve.

“No se fue por la puerta chica de Chubut, pero se fue”, afirman desde su entorno. La llegada silenciosa a Río Negro parece un intento por retomar el protagonismo desde la técnica y no desde la política partidaria.

Con experiencia nacional, territorial y técnica, Wisky vuelve al radar con un perfil bajo pero funciones estratégicas. Su paso por tres provincias en menos de un año lo posiciona como un operador sanitario de amplio alcance.

Weretilneck, que en 2014 no lo eligió como director del Carrillo, ahora le dio un lugar en la conducción de la salud provincial. Los roles cambian, los protagonistas también, pero el escenario sigue siendo el mismo.