
Milei disuelve áreas productivas y deja a las pymes sin representación real
Actualidad07/08/2025
Sergio Bustos
El presidente Javier Milei eliminó la Secretaría de Industria y Comercio y la Secretaría Pyme, en una decisión que centraliza funciones en el Ministerio de Economía y reduce interlocutores para el aparato productivo.


Las tareas pasarán a la órbita de la Secretaría de Coordinación de Producción, conducida por Pablo Lavigne, según confirmó un parte oficial del Palacio de Hacienda. Las Subsecretarías seguirán activas por ahora, aunque deberán reportar directamente al funcionario.
“Los equipos de las Secretarías continuarán trabajando y los programas seguirán vigentes”, aseguró el comunicado, que también confirmó la salida de Esteban Marzorati (Industria) y Marcos Ayerra (Pyme) a partir del 14 de agosto. Ambos alegaron “temas personales” y “nuevos desafíos profesionales”.
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Sin embargo, puertas adentro se anticipa un desmantelamiento progresivo del área, con recorte de estructuras y funciones clave absorbidas por el Ministerio de Economía. La decisión generó alerta en cámaras empresariales y dirigentes del interior.
Las pymes del país, que representan el 90% del tejido empresarial, pierden interlocutores directos. El cambio golpea especialmente a las regiones alejadas del AMBA, donde las distancias geográficas se suman a la falta de representación política.
En Chubut, la preocupación es doble: los costos operativos se disparan, los insumos importados compiten con la producción local y las gestiones para mantener empleo formal quedan en el limbo burocrático.
El cierre de estas áreas también envía una señal clara de desinterés por la política productiva, justo en un contexto recesivo, con empresas que reducen personal, bajan persianas o abandonan proyectos por falta de previsibilidad.
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Desde el oficialismo insisten en que la reestructuración busca “eficiencia”, pero las pymes sienten que las están dejando solas frente al ajuste, sin herramientas de asistencia ni política pública sectorial.
“No hay visión federal ni comprensión del rol que tienen las pequeñas empresas”, señalan desde entidades empresarias, que ven diluirse años de articulación entre el Estado y el sector.
El nuevo esquema también pone en duda la continuidad de programas de financiamiento, capacitaciones y promoción de exportaciones, claves para sostener emprendimientos en regiones postergadas.
“La industria no es prioridad en este modelo económico”, apuntan desde la Patagonia, donde los reclamos por competitividad y tarifas siguen sin respuesta.
Mientras Milei profundiza el ajuste y apuesta todo al superávit, el interior productivo pierde herramientas, interlocutores y previsibilidad. Una señal que se lee con preocupación y resentimiento en muchas provincias.
















