El hongo milenario que equilibra el cuerpo y la mente después de los 50

Conocido como “el hongo de la inmortalidad”, el reishi despierta cada vez más interés entre quienes buscan bienestar integral y envejecimiento saludable. Originario de Asia, este hongo de aspecto rígido y colores rojizos no se consume fresco, pero se ofrece en cápsulas, infusiones, extractos o productos funcionales. Su fama se basa en siglos de uso en la medicina tradicional china y en investigaciones que respaldan su acción sobre el sistema inmune y nervioso.

El Ganoderma lucidum crece sobre madera viva y se distingue por su alto contenido de triterpenos, polisacáridos y compuestos fenólicos. Herminia Olivera, micoterapeuta, afirma que “estos componentes generan efectos inmunomoduladores, antiinflamatorios y ansiolíticos”. Su uso no solo mejora el estado físico, sino que promueve el equilibrio emocional. Los efectos sobre el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal permiten regular el cortisol y favorecer el descanso.

Su poder antioxidante es otra de las razones por las que se lo recomienda especialmente a personas mayores de 50 años. La fitoterapeuta Florencia Fasanella resalta que actúa como adaptógeno, lo que implica que ayuda al cuerpo a sobrellevar el estrés y a estabilizar funciones vitales. “Es fundamental para tratar el sistema nervioso y promover el descanso”, sostiene.

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El Manual MSD lo identifica como un recurso útil para reforzar el sistema inmunitario, mientras que estudios recientes resaltan sus efectos neuroprotectores. En modelos experimentales se observó una mejora en la respuesta inmunológica y beneficios en cuadros neurodegenerativos como el Alzheimer. “Se investiga su rol en tratamientos oncológicos como complemento”, señala Olivera, aunque advierte que su uso debe ser supervisado por profesionales.

Su historia se remonta a la antigua China, donde se lo reservaba para emperadores por sus supuestas propiedades vitales. Con el tiempo, se volvió más accesible y hoy forma parte de un mercado global que superará los 19 mil millones de dólares hacia 2030. La expansión de su consumo también generó un mayor interés por productos certificados y de origen orgánico.

Para quienes se inician en el consumo de hongos medicinales, especialistas sugieren hacerlo en dosis bajas y aumentar progresivamente. Aunque es seguro para la mayoría de las personas, puede generar leves molestias digestivas si se ingiere en cantidades elevadas. “Lo ideal es buscar productos con trazabilidad y cultivos limpios”, recomienda Olivera.

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El reishi no reemplaza tratamientos médicos, pero puede integrarse a un enfoque terapéutico más amplio. En este contexto, médicos integrativos acompañan a pacientes que optan por incluirlo en su rutina. Su uso no está limitado a cápsulas: hoy también se lo encuentra en cafés, cremas o barritas energéticas.

Su acción no solo se relaciona con la prevención, sino también con la mejora de la calidad de vida en quienes ya presentan síntomas de estrés, insomnio o inmunidad debilitada. La evidencia científica avanza y muchos profesionales destacan su potencial terapéutico. “Tiene un impacto directo en el bienestar emocional y físico”, concluye Olivera.

Para mayores de 50 años, el reishi representa una opción natural que apunta a la vitalidad y la calma. Sin fórmulas mágicas, pero con respaldo histórico y científico, este hongo ocupa un lugar central en el universo de la micoterapia.

Fuente: LA NACION.