Qué impacto tuvo la "guerra comercial" impulsada por Donald Trump

En el podcast Programa Especial de Radio Francia Internacional, especialistas analizaron el impacto de la nueva guerra comercial impulsada por Donald Trump, cuyas medidas arancelarias están alterando las bases del comercio internacional. El presidente estadounidense ha firmado acuerdos con varias potencias que incluyen la compra de productos y promesas de inversión en Estados Unidos, pero los expertos cuestionan su viabilidad y advierten sobre las consecuencias para consumidores y mercados.

Para el economista italiano Paolo Guerrieri, profesor visitante en Sciences Po París, el problema de fondo no es comercial sino macroeconómico. “Hace casi tres décadas que Estados Unidos registra un déficit en su balanza comercial. Los estadounidenses producen mucho menos de lo que gastan y han podido financiar este déficit gracias al dólar como moneda internacional”, explicó. Mientras tanto, China y Europa sostienen modelos productivos exportadores con demanda interna insuficiente.

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La reacción europea ha sido débil frente a los acuerdos bilaterales propuestos por Washington. Fernando Guirao, catedrático Jean Monnet en la Universitat Pompeu Fabra, considera que la Unión Europea desperdició la oportunidad de actuar como contrapeso. “El mercado europeo debería ser el mecanismo de compensación frente a la arbitrariedad norteamericana. El acuerdo con Mercosur ya debería estar ratificado, pero no es así”, sostuvo.

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En este escenario, la Organización Mundial del Comercio (OMC) permanece paralizada desde que en 2019 la administración Trump bloqueó la renovación de su Órgano de Apelación. El embajador de Noruega ante la OMC, Petter Ølberg, reconoció la dificultad para reformar un sistema donde dos tercios de los miembros son países en desarrollo y las potencias comerciales, países desarrollados. “No hemos podido tomar decisiones importantes en los últimos años. El sistema que teníamos ya no funciona”, señaló.

Trump ha logrado condicionar la política comercial global a objetivos geopolíticos, pero los economistas advierten que esta estrategia elevará los precios internos. Guerrieri sostuvo que “los elevados aranceles se reflejarán en el bolsillo del consumidor estadounidense. Es sólo cuestión de tiempo”. Los compromisos firmados con la Unión Europea, el Reino Unido, Corea del Sur y Japón aún generan dudas sobre su ejecución.

El impacto fiscal es inmediato. Según datos del Tesoro estadounidense, en junio de este año los ingresos por aranceles alcanzaron 28.000 millones de dólares, el triple que en 2024, mientras Trump impulsaba una histórica reducción de impuestos. Analistas se preguntan si este nuevo flujo será necesario para sostener el presupuesto y reducir la deuda.

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Guirao cuestiona que Estados Unidos se concentre en proteger industrias menos competitivas en lugar de potenciar su balanza favorable en servicios y tecnologías. “¿Prefieres fabricar zapatillas deportivas o dominar el mundo tecnológico?”, planteó. En su opinión, Washington se perjudica al limitar el acceso a mercados internacionales.

Para Guerrieri, el superávit comercial de China buscará nuevos destinos, lo que podría expandir políticas proteccionistas en Latinoamérica, Asia y Europa. El riesgo, advierte, es que se profundice la fragmentación del comercio mundial, con acuerdos bilaterales que sustituyan la cooperación multilateral.

El futuro de la política comercial estadounidense dependerá de si los aranceles se mantienen o si la Casa Blanca decide retomar el camino seguido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Los expertos coinciden en que la permanencia de estas medidas marcaría un cambio de época en el sistema económico internacional.

Material publicado por gentileza Radio Francia Internacional