China enciende la turbina eólica marina más grande del planeta y altera el clima

China volvió a sorprender al mundo energético con un récord que parece ciencia ficción. Puso en marcha la turbina eólica marina más grande del planeta, con capacidad para generar electricidad para 96.000 viviendas al año.

La estructura, desarrollada por Mingyang Smart Energy, se ubica frente a la provincia de Hainan. Con 242 metros de altura y palas de 128 metros, supera en extensión a dos canchas de fútbol. Su diseño resiste ráfagas de casi 80 metros por segundo, un detalle indispensable en aguas con vientos extremos.

El modelo de 20 megavatios reduce la necesidad de instalar más aerogeneradores para obtener la misma energía. Esto libera espacio en el mar y mejora la eficiencia de la producción eléctrica.

La instalación ya comenzó a mostrar efectos inesperados. Científicos detectaron alteraciones en el microclima de la zona, con variaciones en corrientes de aire y temperaturas. “El tamaño de esta turbina amplifica el alcance de los cambios atmosféricos”, explicaron especialistas citados por medios internacionales.

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El fenómeno no es nuevo: en los parques eólicos suelen registrarse modificaciones locales. Lo particular es la escala, ya que la magnitud de esta turbina potencia el impacto sobre el entorno.

Investigadores en climatología y medioambiente evalúan cómo estas variaciones pueden afectar a la fauna. Las migraciones de aves, el comportamiento de especies marinas y la estabilidad de hábitats costeros están bajo observación.

La discusión abre un dilema global. La innovación tecnológica promete energía limpia y abundante, pero también plantea interrogantes sobre su impacto en los ecosistemas.

China, sin embargo, reafirma su apuesta por la energía offshore. Con esta turbina, se consolida como uno de los líderes en la producción eléctrica libre de emisiones contaminantes.

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El modelo podría replicarse en otros países con costas aptas para parques eólicos marinos. Europa y América del Norte ya analizan esta tecnología como opción para reducir dependencia de los combustibles fósiles.

Mientras tanto, la turbina se erige como un ícono de la ingeniería moderna. Sus dimensiones transforman el horizonte marítimo de Hainan y marcan un hito en la carrera por las energías renovables.

El debate recién empieza: la transición energética avanza a paso firme, pero el clima también reacciona.