

Wanda Nara volvió al país y no esquivó los micrófonos. Tras unos días en Los Ángeles junto a su asistente Kennys Palacios, la mediática aterrizó en Ezeiza y enfrentó preguntas sobre Mauro Icardi.


“Viví hechos de violencia y situaciones muy parecidas a las de Julieta Prandi”, lanzó en un móvil con Puro Show. La frase sacudió el piso televisivo y abrió un capítulo inesperado en su disputa con el delantero del Galatasaray.
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El cruce surgió cuando se hablaba de cuestiones económicas y del rol del futbolista con sus hijas. En medio de la charla, Wanda denunció que fue víctima de encierros y maltrato, algo que sorprendió a los propios conductores.
“Tres veces estuve encerrada, secuestrada con testigos”, aseguró ante la insistencia del panel. Y apuntó a Angie Balbiani: “Si tanto le gusta leer expedientes, que lea los penales y vea lo que dicen”.
En ese clima, recordaron audios de Nora, madre de la empresaria, sobre documentos retenidos. Wanda lo confirmó sin titubeos: “Me sacaban mis papeles para que no viaje”.
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Consultada sobre la salud de sus hijas, fue directa: “Hubo violencia con todos”. Además, señaló que la justicia ordenó terapias psicológicas que, según ella, Icardi nunca cumplió.
El desgaste también quedó a la vista. La panelista Pochi la vio distinta: “Hoy te noto con la voz quebrada”. Wanda no lo negó: “Estoy cansada y no voy a hablar más de esto”, dijo con tono firme.
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Kennys Palacios también fue mencionado. Según Wanda, sus declaraciones en sede judicial son desgarradoras: “No hay persona que no llore al escucharlo”, contó.
El cierre llegó con un episodio por el Día del Niño. Wanda relató que le compró un regalo a las nenas y lo presentó como si fuera de su papá, pero Icardi habría reaccionado con insultos. “Yo hasta acá llegué”, sentenció.
Fuente: Infobae


















