
Trelew recordó la Masacre con un acto de unidad y un plan municipal de memoria y derechos humanos
Chubut22/08/2025
REDACCIÓN
Este 22 de agosto, Trelew conmemoró los 53 años de la Masacre de Trelew con un acto central en el Centro Cultural por la Memoria. La jornada reunió a funcionarios, familiares de víctimas, militantes sociales y referentes de derechos humanos, en un espacio marcado por la reflexión y la memoria colectiva.


El intendente Gerardo Merino encabezó la ceremonia y remarcó que “Trelew tiene la responsabilidad de custodiar esta historia y transformarla en valores que nos unan como comunidad”. Su discurso estuvo acompañado por el recuerdo de las víctimas y el reconocimiento a la lucha por justicia que continúa vigente.
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La conmemoración se realizó también a 13 años del histórico juicio que calificó la Masacre de Trelew como crimen de lesa humanidad, un fallo que consolidó décadas de reclamos de familiares y organizaciones de derechos humanos.
Entre los presentes se destacó la participación de la ministra de Desarrollo Humano y Familia, Florencia Papaiani; el subsecretario de Derechos Humanos, Javier Cunha; el exjuez Carlos Rosansky; diputados provinciales; concejales; referentes como Sergio Maldonado y familiares de víctimas de la masacre y del terrorismo de Estado.
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Durante su intervención, Merino anunció que el municipio implementará a partir del próximo año un plan anual de difusión y educación en derechos humanos. El programa incluirá actividades en escuelas, centros culturales y medios locales, con la intención de mantener viva la memoria más allá de una sola fecha en el calendario.
El acto contó también con un momento cultural en la voz de Encarnación Díaz de Mulhall, quien leyó una poesía alusiva a la memoria y la lucha por los derechos. “Por los jóvenes sacrificados y por las generaciones que vendrán, luchemos por nuestros derechos, gritemos nuestras verdades y construyamos justicia y democracia”, expresó.
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El recuerdo de la Masacre de Trelew vuelve a poner en el centro la historia de agosto de 1972, cuando 25 presos políticos intentaron fugarse del penal de Rawson. Mientras seis lograron llegar a Chile, los 19 restantes se entregaron bajo la promesa de un trato seguro, pero fueron fusilados en la Base Almirante Zar.
Este hecho se convirtió en un símbolo de la represión previa a la dictadura y marcó a varias generaciones. El aeropuerto viejo fue convertido en sitio de memoria, consolidando un espacio donde el pasado se transforma en herramienta para el presente y el futuro democrático.

















