

El acto por el 53° aniversario de la Masacre de Trelew estuvo marcado por la presencia de Fabián Grillo, quien cargó con la emoción de hablar de su hijo Pablo, el fotógrafo atacado por efectivos de la Gendarmería. “La bala que le pegó a Pablo nos la tiraron a todos, a toda la sociedad. Es un intento de disciplinamiento”, afirmó con dureza.


En su testimonio, Grillo remarcó que lo sucedido no debe pensarse como un episodio aislado. “Lo considero una obligación venir, porque lo que está ocurriendo ahora nos interpela. La ligó mi hijo, pero nos la tiraron a todos”, señaló, uniendo el presente con los ecos del pasado represivo que aún atraviesan la memoria social.
OTRAS NOTICIAS:
El estado de salud de Pablo fue otro de los puntos centrales. Su padre explicó que los avances existen, aunque los tiempos son largos. “Hoy la evolución es buena, desde el punto de vista clínico está bien, y desde lo neurológico el cerebro se está ubicando a partir de su última operación. Es lento, muy lento, pero bien”, expresó con cautela.
Durante el encuentro, destacó también el sostén recibido de diferentes sectores. “Acá fue precioso, desde los chicos de la primaria hasta las universidades, las autoridades, todos nos mostraron su amor”, relató con gratitud, subrayando la dimensión colectiva del acompañamiento.
OTRAS NOTICIAS:
El lazo con Trelew y su historia se hizo presente cuando recordó un episodio de la recuperación de Pablo. “Cuando empezó a leer Pablo en su rehabilitación, una de las primeras cosas que le trajeron fue un libro de historietas sobre Trelew. Cuando me invitaron dije sí, tengo que ir”, contó, reafirmando el sentido de pertenencia y el valor de la memoria compartida.
La jornada concluyó con la visita a la Base Aeronaval Almirante Zar, sitio emblemático donde se consumó la masacre en 1972. “Lo considero un compromiso, porque es la misma lucha”, sostuvo Grillo, dejando claro que el reclamo por justicia sigue vivo y vigente.

















