Hallan un auto en el Misisipi y reabren un misterio de 1967 en Minnesota
Policiales26/08/2025
Sergio Bustos
El hallazgo abrió nuevamente el misterio.
Una tarde de pesca rutinaria terminó en un hallazgo histórico. Dos amigos que utilizaban un sonar en el río Misisipi detectaron una forma extraña y dieron con un automóvil hundido desde 1967.
El vehículo, un Buick Electra de los años 60, apareció a seis metros de profundidad frente a Riverside Avenue North, en Sartell. Fue rescatado por buzos de los condados de Stearns y Benton junto a equipos de emergencia.
Dentro del auto, los investigadores encontraron restos humanos y objetos personales. Todo indica que pertenecen a Roy Benn, vecino de Sauk Rapids desaparecido misteriosamente hace casi seis décadas.
Benn tenía 59 años cuando fue visto por última vez. Propietario de un taller de reparación de electrodomésticos en St. Cloud, había enviudado poco antes y, según testigos, llevaba dinero consigo la noche en que desapareció. Su rastro se perdió tras salir de un club en Sartell.
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Durante años hubo búsquedas, entrevistas y rastreos que no dieron resultados. Finalmente, fue declarado muerto en 1975. Desde entonces, su caso quedó archivado como otro de los enigmas sin respuesta en Minnesota.
El hallazgo del vehículo fue tratado como una escena forense de alto valor histórico. El Buró de Aprehensión Criminal de Minnesota confirmó que el número de chasis coincidía con el del auto de Benn. Ahora, el Midwest Medical Examiner’s Office analiza muestras de ADN para cerrar la identificación.
Las autoridades aseguran que existe una “alta certeza” sobre la identidad del cuerpo, pero los resultados genéticos darán la confirmación definitiva en las próximas semanas.
El descubrimiento reavivó un debate abierto desde 1967: ¿fue accidente o crimen? Algunos creen que pudo tratarse de un robo, mientras que otros sostienen que Benn perdió el control del auto en un tramo de difícil visibilidad y terminó en el río.
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“La ley habla de accidentes, pero las familias hablan de tragedias sin resolver”, comentó un historiador local al recordar la persistencia de este caso en la memoria de la comunidad.
La historia adquirió un valor simbólico: no fue un gran operativo policial lo que resolvió el misterio, sino la casualidad de dos pescadores atentos a la pantalla de un sonar.
El caso Benn ahora se cierra, al menos en parte. La comunidad de Sartell encuentra respuesta a un enigma de medio siglo, y la familia del desaparecido podrá finalmente despedirse con certezas.
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