Un año preso por un abuso inexistente: sobreseyeron al productor en El Hoyo
Policiales27/08/2025
Sergio Bustos
La falsa acusación provocó movilizaciones.
El productor de fruta fina Enrique Silva recuperó su libertad y su nombre después de un año de proceso. La Justicia lo sobreseyó al comprobar que no existían pruebas que lo vincularan al presunto abuso por el que había sido acusado en 2024.
El caso sacudió a la Comarca Andina. Silva fue denunciado por una joven que lo acusó de haberla drogado y violado en su chacra. El relato incluía escenas de violencia y hasta la supuesta confesión del productor de que “les pagaba a los jueces”.
La acusación derivó en su detención inmediata. Durante meses, Silva insistió en que era inocente. “Nunca hice nada de lo que se me acusa”, repitió cada vez que pudo. La prensa local recogió esas palabras, pero el peso de la imputación lo dejó marcado.
La investigación comenzó a tambalear cuando se revisaron las cámaras de seguridad. Ese mismo día, en la hora que la denunciante dijo haber estado con Silva, las imágenes la mostraban entrando a un supermercado junto a un amigo. Se la veía en perfecto estado.
OTRAS NOTICIAS
Testigos confirmaron que después participó de una reunión con amigos, donde bailó y tomó alcohol. Nadie notó signos de que hubiera sido drogada ni violentada. Su madrina declaró que había pasado el día entero con ella.
El examen médico fue contundente: no había lesiones compatibles con abuso. Tampoco se encontraron rastros de drogas en su sangre. Solo apareció alcohol, consecuencia de la fiesta. “No hubo indicadores de abuso ni de intoxicación con psicotrópicos”, estableció el informe forense.
El Laboratorio de Genética Forense de Río Negro analizó las prendas y el cuerpo de la joven. No hallaron material genético de Silva. Los celulares de ambos fueron peritados y tampoco arrojaron pruebas.
El testimonio de la denunciante resultó cada vez más frágil. En Cámara Gesell no pudo precisar cuándo, dónde ni cómo habrían ocurrido los hechos. Llegó a decir que no sabía si lo recordado había sido real o un sueño.
El fiscal Nicolás Vasiliev fue claro en su dictamen: “Con este cuadro probatorio no se puede sostener la acusación”. El pedido de sobreseimiento fue aceptado por la jueza Silvana Vélez, quien cerró la causa.
OTRAS NOTICIAS
La resolución marcó el final de un proceso plagado de contradicciones. Se allanaron diez propiedades de Silva y de su hijo, sin que se encontrara nada relevante. La Fiscalía entendió que no había manera de sostener la imputación.
Silva pasó más de un año preso. Su nombre circuló por toda la región como el de un abusador, aunque nunca hubo pruebas. El sobreseimiento lo libera, pero la marca social de la acusación todavía pesa.
El caso deja una herida abierta en la comunidad. En El Hoyo, muchos recuerdan el escándalo inicial y ahora se preguntan cómo pudo avanzarse tanto con una causa tan débil.
Para los juristas que siguen el expediente, la lección es clara: ninguna persona puede ser condenada sin pruebas firmes y más allá de toda duda razonable. En este caso, la Justicia entendió que el estándar no se cumplía.
Silva intenta recuperar su vida en silencio. Volvió a su chacra, donde trabaja con fruta fina. La pregunta que resuena es cómo reparar el daño de un año de prisión y la exposición pública de un delito que nunca existió.
Te puede interesar
