Un sacerdote de San Nicolás fue denunciado por violencia de género. La policía encontró armas en su casa.
Un escándalo sacude la Diócesis de San Nicolás. Rodrigo Vázquez, un sacerdote con antecedentes como capellán militar, fue detenido tras ser acusado de maltratar y hostigar a una mujer en el marco de una relación sentimental que comenzó en busca de “contenimiento espiritual”. La víctima, Sabrina, una enfermera de Pergamino, relató que el vínculo con el sacerdote, en un primer momento lleno de promesas y devoción, terminó en una espiral de violencia física y psicológica.
Según la denuncia de Sabrina, el sacerdote comenzó a mostrar actitudes obsesivas y celos desmedidos: “Me empezó a controlar el teléfono y a perseguirme”, contó.
Con el paso de los meses, las agresiones se intensificaron, lo que llevó a la mujer a pedir ayuda a la Justicia. “Se volvió otra persona, ya no era el sacerdote que conocí”, agregó la denunciante, quien, tras haber vivido una escalada de maltrato, recibió custodia policial y apoyo psicológico.
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El caso se torna aún más sombrío cuando, tras el allanamiento realizado por la Policía bonaerense, se encontraron dos pistolas, un revólver y 190 municiones en la vivienda de Vázquez, ubicada en el barrio Santa Julia de San Nicolás. El informe policial también reveló que el párroco poseía armas de guerra, lo que derivó en una acusación por tenencia ilegal de armamento.
A este escándalo se le suma un proceso administrativo penal canónico contra el cura, iniciado en 2023 tras la viralización de audios en los que insultaba al arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, y lo tildaba de “peronista”, “kirchnerista” y “gay”.
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El procedimiento administrativo dentro de la Iglesia fue cerrado a nivel diocesano el 2 de junio de 2024 y está siendo evaluado por el Dicasterio para el Clero en Roma, que decidirá el futuro del sacerdote.
“No puede seguir siendo sacerdote ni dar misas”, manifestó Sabrina, quien pidió justicia y destacó la importancia de visibilizar este tipo de situaciones. Mientras tanto, la investigación sigue su curso y la comunidad religiosa y social se encuentra en shock ante la gravedad de los hechos.
Fuente: Rosario 3
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