Neuquén apuesta al oro y busca reactivar la histórica mina de Andacollo

Neuquén avanza con una estrategia concreta para volver a poner en marcha la mina de Andacollo. El yacimiento abarca 50.000 hectáreas y apenas fue trabajado en un 10-15%, lo que deja un enorme margen de proyección.

El repunte internacional del oro genera un escenario favorable. La onza superó los 3.500 dólares en septiembre y acumula un alza superior al 30% en lo que va del año, lo que vuelve más atractiva la reactivación del proyecto.

El titular de Cormine, Mariano Brillo, destacó que “la minería, especialmente el oro, es absolutamente rentable en este contexto”. El funcionario resaltó que el interés en Andacollo se multiplicó tanto en el ámbito local como internacional.

Según Brillo, el impacto del oro despierta entusiasmo en toda la Argentina. “Hay un dinamismo y una explosión del tema minero en el país, y en Neuquén ha sido extraordinario”, expresó.

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Actualmente, la concesión de la mina está en manos de Trident Southern Explorations. La empresa enfrenta un concurso preventivo en Buenos Aires y no pudo cumplir con sus obligaciones. La provincia busca rescindir el contrato y abrir una licitación pública nacional e internacional para garantizar inversión y experiencia.

El plan oficial prioriza que toda la cadena de extracción y procesamiento se concrete en Neuquén. Históricamente, el mineral era exportado a Chile o Perú para su tratamiento, lo que reducía al mínimo los beneficios locales. “Queremos que la riqueza quede en la provincia y genere empleo directo”, sostuvo Brillo.

Mientras avanza la resolución judicial sobre la concesión, Cormine mantiene la infraestructura en pie. Trabajadores locales y la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) se encargan de la custodia y el mantenimiento. Aunque no hay producción, estas tareas evitan daños ambientales y preservan el valor del yacimiento.

La mina representa una oportunidad concreta de empleo en el norte de la provincia. La región cuenta con escasas alternativas productivas y el proyecto podría convertirse en un motor para las economías locales.

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Brillo también mencionó otras áreas con gran potencial. El sur de Mendoza y el norte neuquino muestran un interés creciente por el potasio, un recurso que podría generar nuevas inversiones en paralelo a la explotación aurífera.

La reactivación de Andacollo no solo implica beneficios económicos. También permitiría ampliar la infraestructura, atraer capitales internacionales y posicionar a Neuquén como un actor de peso en la minería del oro.

El proyecto se plantea como un proceso integral que combine inversión privada, participación estatal y control ambiental. Para la provincia, se trata de un paso estratégico que podría marcar un antes y un después en la historia minera local.

Con el precio del oro en alza y un yacimiento subexplotado, Neuquén se prepara para relanzar Andacollo y abrir un nuevo capítulo en su economía.