El buque MK II llevará el GNL argentino a nuevos mercados globales en 2029

El horizonte de la exportación de Gas Natural Licuado (GNL) en Argentina se expande a paso firme. En 2029, el buque MK II se sumará al Hilli Episeyo, el primero de estos gigantes flotantes, para dar un salto exponencial en la capacidad de exportación de gas. Río Negro será testigo de una obra histórica que cambiará la fisonomía de la región y posicionará al país como un jugador clave en el mercado global de GNL.

El MK II no es solo un buque más; con una capacidad de producción de 3,5 millones de toneladas por año (MTPA), duplicará lo que actualmente puede enviar el Hilli Episeyo, alcanzando un total de 6 MTPA. Este gran proyecto de Southern Energy no solo beneficiará al país económicamente, sino que abrirá nuevas puertas para el mercado internacional.

“El 16 de septiembre se realizará la audiencia pública para la puesta en marcha del MK II. Será un paso fundamental para garantizar la licencia social y continuar con las obras”, explicó un portavoz de la empresa. Con una ubicación estratégica a solo 3,5 kilómetros del Hilli Episeyo y a 4,5 kilómetros de Fuerte Argentino, ambos barcos se convertirán en el pilar de una nueva era en la exportación de gas argentino.

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Obras en tierra y mar

El trabajo para poner en marcha este ambicioso proyecto incluye importantes obras tanto en tierra como en mar. En tierra, se construirá un gasoducto terrestre de 675 metros que conectará con el gasoducto submarino, ya aprobado para el Hilli Episeyo. “La obra más compleja será la del gasoducto submarino, que tendrá una extensión de unos 6 kilómetros. Esto permitirá que el MK II reciba gas natural directamente del sistema de licuefacción”, detalló el informe técnico.

Las obras en el mar también incluyen la instalación de un sistema de amarre de un solo punto (SPM), que garantizará la seguridad de la carga y descarga de gas a bordo del MK II. En total, las obras comenzarán en junio de 2028 y se extenderán hasta marzo de 2029, con la expectativa de que, al finalizar, el buque se movilice hasta el Golfo San Matías.

Operación del MK II

El MK II, originalmente diseñado como metanero en 2004, está siendo sometido a una conversión para licuefacción de gas, lo que le permitirá transformar gas natural en forma líquida y exportarlo a otras naciones. Con una capacidad de 147.000 m³ de GNL, el buque podrá cargar gas de los tanques de almacenamiento o directamente del sistema de licuefacción, en dos etapas, para llenar completamente los metaneros de gran capacidad que recibirán el gas.

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Para asegurar el funcionamiento de este enorme proyecto, se necesitará personal especializado a bordo: el MK II contará con una dotación de 90 personas en operaciones normales, y hasta 180 durante tareas de mantenimiento o eventos no previstos. Este tipo de operaciones será clave para mantener el ritmo de producción y garantizar el abastecimiento continuo.

“El gasoducto San Martín será el primero en conectar los buques a la red nacional, pero el proyecto futuro prevé la construcción de un ducto exclusivo desde Vaca Muerta”, destacó el informe de impacto ambiental. Esta expansión potenciará la capacidad exportadora y consolidará a Argentina como uno de los principales exportadores de GNL de la región.

Impacto local y global

Además de su impacto económico, la llegada del MK II supone un cambio estructural para Río Negro, que se verá beneficiada por las obras y el crecimiento de la industria del gas. Se proyecta que el nuevo gasoducto y las infraestructuras asociadas generen una gran cantidad de empleos y reactivación económica en la región.

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Este proyecto no solo apunta a satisfacer la demanda interna de gas, sino también a ampliar mercados internacionales. Con el crecimiento de la producción y exportación de GNL, Argentina podrá posicionarse como un actor clave en la industria global de energía, un mercado que demanda cada vez más gas natural de fuentes confiables y con capacidad para exportar grandes volúmenes.

Fuente: RN