

Matías Jurado, de 37 años, acusado por cuatro homicidios en San Salvador de Jujuy, fue sometido a nuevas pericias psiquiátricas en el penal de Gorriti. El fiscal del caso, Guillermo Beller, confirmó que los estudios buscan precisar el perfil psicológico del imputado. La investigación intenta establecer las condiciones en las que cometió los crímenes.


Los cotejos de ADN ratificaron las identidades de cuatro víctimas, todas en situación de calle: Jorge Omar Anachuri, Sergio Sosa, Miguel Ángel Quispe y Juan José Ponce. Estos resultados aportaron pruebas determinantes para sostener la acusación. Los cuerpos habían sido hallados en distintos puntos de la capital jujeña.
Por su parte, el procurador general Sergio Lello Sánchez señaló que una psiquiatra del Ministerio Público Fiscal de Salta realizará entrevistas a Jurado. El objetivo es comprobar si actuó con ensañamiento, alevosía o placer al ejecutar los homicidios. Este análisis será clave para definir la calificación penal.
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“Se trata de un hecho de inusitada violencia” en el que “esta persona atraía a los damnificados hacia su domicilio donde aparente los emborrachaba y los ultimaba”, sostuvo Lello Sánchez. La declaración marcó la gravedad de la causa y la dificultad para establecer la motivación de los hechos. “Estamos intentando determinar la motivación”, añadió.
Los investigadores destacaron que Jurado es considerado imputable, ya que comprende la criminalidad de sus actos. Este punto resulta central para la causa, dado que descarta la hipótesis de inimputabilidad. Resta conocer el resultado de las pericias vinculadas a fluidos y evidencias que podrían ampliar el número de víctimas.
Las autoridades judiciales mantienen bajo reserva varios detalles de la investigación. Sin embargo, la expectativa está puesta en el procesamiento de las nuevas muestras biológicas. Estos análisis podrían revelar si existieron otros damnificados aún no identificados.
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El fiscal Beller aseguró que las pericias en curso serán decisivas para la acusación. La justicia jujeña busca determinar si los homicidios fueron planificados con un patrón de conducta repetitivo. La confirmación de ese extremo agravaría la imputación contra el acusado.
Fuente: NA.

















