Polémica en Madryn: frenan excepción para el proyecto del Club de Pesca

El proyecto del Club de Pesca “El Golfo” quedó en pausa en el Concejo Deliberante de Puerto Madryn. El expediente, que proponía levantar un salón de usos múltiples con un primer piso y un hotel de tres plantas, estaba previsto como tema central en la sesión de este miércoles. Sin embargo, la comisión de Obras Públicas no se reunió y el debate se frenó de manera sorpresiva, dejando la iniciativa sin tratamiento.

La suspensión generó desconcierto en varios concejales, sobre todo de la oposición, que esperaban poner sobre la mesa sus posiciones respecto del pedido de excepción. La falta de explicaciones oficiales aumentó la incertidumbre y abrió un interrogante: ¿cuánto tiempo quedará en comisión este expediente? Para algunos, la demora podría extenderse indefinidamente y convertirse en un freno tácito a la propuesta del club.

El martes debía realizarse una reunión clave, ya que estaban invitados técnicos de la Secretaría de Desarrollo Urbano. Su presencia buscaba despejar dudas sobre la viabilidad del proyecto en términos de zonificación. La ausencia de esos funcionarios, atribuida a razones personales, derivó en un aplazamiento que ahora no tiene fecha de reprogramación. El expediente permanece en comisión y su futuro inmediato es incierto.

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La concejala de Unidos y Organizados, Andrea Rueda, expresó un rechazo contundente al pedido de excepción. Según explicó, la ubicación sobre la avenida Rawson es un punto sensible porque no cuenta con zonificación que habilite la construcción de un hotel. Para la edil, se trata de un tema que no puede resolverse por la vía rápida ni con excepciones discrecionales. “El Club de Pesca presentó un proyecto para hacer un SUM con un primer piso y, así lo dice el proyecto, un hotel con tres pisos en una zona que no tiene zonificación”, advirtió.

Rueda aclaró que no se trata de un cuestionamiento directo a la institución deportiva, a la que valoró por su trayectoria y su rol comunitario. Aun así, fue enfática en remarcar su postura: “Yo valoro un montón el trabajo del Club de Pesca pero están pidiendo hacer una infraestructura en un lugar donde no se puede”. Para ella, conceder la excepción abriría un antecedente riesgoso en materia urbanística.

En varias oportunidades, distintos proyectos buscaron avanzar a partir de pedidos de excepción, lo que genera debates sobre los límites de la planificación y la presión de intereses privados en zonas no habilitadas. Cada excepción se convierte en un termómetro de cómo la ciudad administra su crecimiento y resguarda sus normativas.

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La postergación del tema también expone diferencias dentro del Concejo Deliberante. Mientras algunos concejales piden debatir cuanto antes para dar una respuesta clara al club, otros consideran prudente dejar el expediente en comisión hasta contar con todos los informes técnicos necesarios. Esa falta de consensos hace más lento el proceso y dilata cualquier definición.

El proyecto del Club de Pesca no solo plantea un nuevo espacio social y deportivo, sino también una apuesta de impacto económico a través del hotel. En ese sentido, la iniciativa divide opiniones: para algunos, podría generar movimiento turístico; para otros, representa un uso indebido del suelo y una contradicción con las ordenanzas vigentes. El equilibrio entre el crecimiento urbano y el cumplimiento de las normas vuelve a estar en discusión.

Por ahora, la incertidumbre es el dato dominante. El expediente sigue sin fecha para su análisis en comisión, los técnicos de Desarrollo Urbano aún no expusieron su postura y los concejales opositores mantienen en suspenso su debate público.