Científicos del CONICET trabajan para crear cervezas con beneficios para la salud
Actualidad12/09/2025
REDACCIÓN
Cerveza
Un grupo de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) participa en un proyecto internacional que pretende combinar ciencia, sustentabilidad y salud. La iniciativa busca desarrollar un bioestimulante biológico enriquecido con selenio a partir del bagazo de cerveza, el residuo más abundante de la industria cervecera.
El proyecto, denominado BrewSelBar, tiene como meta mejorar la tolerancia de la cebada frente al estrés causado por la sequía y las altas temperaturas, al mismo tiempo que promueve la producción de cervezas funcionales con propiedades benéficas para la salud. La propuesta es doblemente innovadora porque aprovecha un desecho industrial y, a la vez, apunta a generar alimentos enriquecidos en micronutrientes esenciales.
OTRAS NOTICIAS:
La directora del grupo de Bioquímica Vegetal del Instituto de Investigaciones Biológicas de Mar del Plata, María Gabriela Guevara, explicó que “el objetivo es agregar valor a subproductos de la industria cervecera y generar un bioestimulante para semillas que incremente la tolerancia de las plantas al estrés climático”.
BrewSelBar se desarrolla en cooperación entre universidades y empresas de Argentina y Europa. Además de la Universidad Nacional de Mar del Plata y la cervecería Antares, participan la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad Técnica de Dinamarca, la Universidad Técnica de Berlín, Semillas Battle S.A. de España y Redinn S.R.L. de Italia.
La aplicación del bioestimulante permitirá obtener granos de cebada biofortificados con selenio. A partir de ellos, se producirán cervezas funcionales, inicialmente sin alcohol, que podrán aportar beneficios asociados a este nutriente esencial para el sistema inmunológico. “Una de cada siete personas en el mundo tiene dietas deficientes en selenio, y Argentina no es la excepción”, advirtió Guevara.
OTRAS NOTICIAS:
Actualmente, el bagazo de cebada se utiliza como alimento para animales, sustrato para la producción de bioetanol o insumo para harinas y panificados. Sin embargo, al disponerse en basurales, este subproducto biológico contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero. El nuevo uso propuesto busca reducir ese impacto y aportar soluciones sustentables a la agricultura.
El equipo sostiene que este avance puede ser un paso clave en la búsqueda de modelos productivos más sostenibles, en los que ciencia y tecnología se combinan para reducir desperdicios y generar alimentos que respondan a necesidades nutricionales globales.
Te puede interesar
