
Reino Unido destituyó a su embajador en EEUU por sus vínculos con Jeffrey Epstein
Actualidad14/09/2025
Sergio Bustos
El Reino Unido atraviesa un escándalo diplomático de magnitud. El embajador británico en Washington, Lord Peter Mandelson, fue destituido por sus vínculos personales y comerciales con Jeffrey Epstein, el multimillonario acusado de abuso sexual de menores y tráfico sexual.


La medida se tomó a pocos días de la visita oficial de Donald Trump al Reino Unido. En ese contexto, la permanencia de Mandelson en el cargo se volvió insostenible para la Cancillería británica.
Mandelson compartió viajes a la isla privada de Epstein, vuelos en el “Lolita Express” e incluso residió en su casa de Nueva York mientras el financista cumplía condena. Además, lo asesoró en cuestiones legales, lo que ahora se considera incompatible con su rol diplomático.
La destitución se aceleró tras la difusión de correos y documentos por parte de un comité del Congreso estadounidense. En esos mensajes, Mandelson defendía a Epstein al sostener que su primera condena había sido “injusta” y debía apelarse.
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El Ministerio de Asuntos Exteriores británico justificó la decisión con un comunicado oficial. “En vista de ello, y consciente de las víctimas de los crímenes de Epstein, ha sido retirado como embajador con efecto inmediato”, informaron.
El ministro del Interior, Mike Tapp, fue más tajante. Calificó los correos de “realmente perturbadores” y dijo que generaban un “mal sabor de boca” en plena preparación de la visita de Trump.
La salida de Mandelson no sorprende a quienes siguen su trayectoria. Entre 1998 y 2001 ya había renunciado dos veces a cargos ministeriales por préstamos secretos y conflictos de interés con donantes. Su estilo, mediático y polémico, le valió el apodo de “Príncipe de las tinieblas”.
Con su destitución, James Roscoe asumió como encargado de negocios en Washington. La misión diplomática británica queda bajo supervisión provisional hasta que se designe a un nuevo embajador.
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El episodio sacude a la diplomacia británica en un momento sensible. El vínculo con Estados Unidos es estratégico, y cualquier sombra en la representación en Washington afecta directamente las relaciones bilaterales.
La caída de Mandelson refleja la tensión entre la necesidad de sostener figuras políticas con experiencia y la exigencia de transparencia frente a antecedentes incómodos. Una combinación explosiva que esta vez no resistió la presión internacional.
















