Está en marcha la temporada de elefantes marinos en Chubut con nuevas propuestas en La Antonieta

Guido Morelli, propietario de la Estancia La Antonieta, dialogó con #LA17 sobre la temporada de elefantes marinos, el impacto de la gripe aviar, la importancia de la conservación y las excursiones que suman novedades para turistas y locales.

“Por un minuto nos perdimos el nacimiento de una cría”, contó Guido Morelli al describir una de las experiencias recientes en Dos Pozos, donde la naturaleza sorprende en cada avistaje. El responsable de La Antonieta remarcó que el atractivo de los elefantes marinos despierta admiración tanto en visitantes extranjeros como en la gente de la zona, que encuentra en estos recorridos una manera distinta de redescubrir la fauna patagónica.

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El entrevistado recordó que la población de estos animales sufrió un retroceso importante tras la gripe aviar. “En Península Valdés murió el 74% de las crías y se estima que harán falta 30 años para recuperar la población”, explicó, mientras que en la costa cercana a Punta Tombo el impacto fue menor. “Acá solamente contabilizamos el 2,5% de mortandad porque los grupos están más dispersos”, agregó.

Morelli detalló cómo se produjo el contagio entre especies. “Vimos lobos marinos que salían con problemas neurológicos, giraban en círculos y al entrar en el arén transmitían el virus por vía aérea a los elefantes”, relató con preocupación. Esa situación dejó la incógnita de si muchas hembras que regresaron al mar lograron sobrevivir, un factor que también influye en el número actual de ejemplares.

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La temporada de septiembre y octubre muestra la llegada de los machos alfa, un indicador para proyectar los arenes que se formarán. “Si contamos quince alfa, puede haber quince grupos reproductivos, lo que asegura la continuidad de la especie”, explicó, al tiempo que pidió a los visitantes extremar cuidados. “Si alguien ve un elefante no debe acercarse, no puede llevar perros ni poner en riesgo a los animales ni a sí mismo”, remarcó.

El propietario de La Antonieta resaltó que estos ejemplares muchas veces quedan relegados frente a la fama de ballenas y pingüinos, aunque ofrecen un espectáculo incomparable. “Un lobo marino equivale a una camioneta, pero un elefante marino es como un camión”, graficó. También recordó que solo pueden observarse en pocas regiones del planeta, lo que convierte a Chubut en un lugar privilegiado. “Como los vemos acá y en el tamaño que tienen, seguro es único en el mundo”, subrayó.

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La tarea de conservación se organiza a través de la Fundación Dos Pozos, integrada por un grupo pequeño de colaboradores. “Somos cuatro personas y ahora esperamos que se sumen guardaparques para la temporada, con la idea de trabajar también con las escuelas y concientizar a los chicos”, comentó Morelli. Señaló que la diferencia en el éxito reproductivo entre áreas con conservación y zonas sin control puede ser de hasta cuatro veces, lo que demuestra la importancia de ordenar las actividades.

El empresario consideró necesario establecer consensos. “Tiene que haber lugar para todos, pero no se puede mezclar la pesca o las motos con el avistaje de fauna. Hay que separar espacios recreativos de los espacios de conservación”, afirmó. También alertó sobre conductas que ponen en riesgo a los animales, como el ingreso con perros o los cuatriciclos en las playas.

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La estancia sumará este año una novedad que combina turismo y naturaleza. “Vamos a incorporar un paseo en carro desde el casco hasta la costa, con cinturones de seguridad y capacidad para veinte personas, para que disfruten del campo al aire libre antes de la caminata”, adelantó Morelli. Hasta ahora los traslados se realizan en camionetas, pero el objetivo es darle un carácter más abierto y grupal a la experiencia.

Finalmente, el anfitrión recordó que el acceso es sencillo y que la temporada está abierta todo el año. “Estamos sobre el asfalto, cualquier auto o moto puede llegar. Lo importante es reservar con anticipación y tener presente que siempre hay algo para ver”, sostuvo. Y cerró con un mensaje de respeto y compromiso: “Los ecosistemas tardan mucho en formarse y segundos en destruirse. Tenemos que seguir caminando juntos para conservar lo que el mundo viene a buscar acá”.