Comodoro Rivadavia y Rada Tilly delinean el proyecto para iniciar los avistajes de ballenas sei

La costa de Comodoro Rivadavia y Rada Tilly se prepara para sumar un atractivo inédito: el avistaje de ballenas sei, un gigante marino en peligro de extinción que en los últimos años comenzó a aparecer en el Golfo San Jorge. El hallazgo fue confirmado por científicos del CENPAT-CONICET y la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, quienes detectaron que entre abril y junio se concentran cerca de 3 mil ejemplares en la zona.

“La producción científica mostró que se trataba de ballenas sei y que llegaban en gran número para alimentarse de bogavante”, explicó Mariano Coscarella, investigador del CESIMAR-CONICET. Para comprobarlo, se realizaron vuelos de observación, transectos aéreos y estudios genéticos, además del uso de drones y rastreadores satelitales.

El fenómeno abrió la puerta a un nuevo proyecto turístico. Cuatro prestadores locales, que antes se dedicaban a paseos náuticos para pesca o buceo, fueron incorporados a la investigación y comenzaron a invertir en equipamiento y embarcaciones para orientar sus emprendimientos hacia el turismo de naturaleza.

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“Nos interesa que el avistaje se haga con un criterio sostenible y sin alterar el comportamiento de los animales”, señaló Coscarella. Por eso, durante este año se realizaron pruebas experimentales para diseñar guías de conducta, ya que la ballena sei tiene hábitos distintos a la franca austral, protagonista del avistaje en Puerto Pirámides.

La temporada de ballena sei en el Golfo San Jorge se da en meses donde no hay presencia de ballena franca en el Golfo Nuevo, lo que abre la posibilidad de extender el turismo ballenero durante todo el año en Chubut. Esta continuidad podría diversificar la economía de Comodoro Rivadavia, históricamente ligada a la industria petrolera.

Si bien los prestadores locales ya cuentan con habilitación provincial, aún resta la evaluación de impacto ambiental prevista en la legislación chubutense antes de que la actividad pueda lanzarse oficialmente al mercado. El objetivo es consolidar un producto que combine ciencia, conservación y turismo.

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Las condiciones climáticas de la región plantean un reto adicional: los vientos fuertes limitan las salidas al mar a aproximadamente un tercio de los días. Por eso, científicos y becarios trabajan en la creación de un circuito de atractivos complementarios para los visitantes que deban esperar a navegar.

“Buscamos caracterizar el sistema turístico local y delinear circuitos flexibles que incluyan desde actividades culturales hasta propuestas en áreas protegidas cercanas”, explicó Federico Abbondio, del Instituto de Diversidad y Evolución Austral (IDEAus-CONICET).

El proyecto contempla integrar a Sarmiento y al Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral dentro de la propuesta. La idea es impulsar un turismo científico con enfoque territorial y sostenible, capaz de fortalecer la economía local y sumar nuevas experiencias en contacto con la biodiversidad patagónica.

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De prosperar la iniciativa, Comodoro Rivadavia sumará un atractivo que no solo diversificará la oferta turística provincial, sino que también visibilizará la importancia de conservar a una especie amenazada que encuentra en el Golfo San Jorge un sitio clave para su subsistencia.