El Jardín botánico de la Patagonia extraandina obtuvo financiamiento internacional

El Jardín Botánico de la Patagonia Extraandina vive un momento decisivo. La Asociación Internacional para la Conservación de Jardines Botánicos seleccionó su proyecto entre propuestas de distintos países, otorgando un respaldo que abre nuevas oportunidades para la región. No se trata solo de dinero: es un reconocimiento a la tarea científica y comunitaria que desde hace años impulsa Puerto Madryn.

El proyecto elegido lleva un título revelador: “Sabiduría botánica: cómo un jardín fomenta el uso sostenible del agua en las tierras áridas de la Patagonia”. La iniciativa apuesta a unir ciencia, educación y conservación con un mismo propósito: cambiar la relación con un recurso tan escaso como vital. En una zona castigada por la sequía, el financiamiento llega como una bocanada de aire fresco para seguir investigando y enseñando.

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El jardín fue relanzado hace poco, luego de un proceso de puesta en valor que incluyó mejoras en sus instalaciones y una reapertura muy esperada por la comunidad. Hoy se busca reforzar ese impulso con acciones concretas que promuevan el uso responsable del agua y la participación vecinal. La propuesta incluye un sendero interpretativo que marcará un antes y un después en la experiencia de los visitantes.

Ese recorrido tendrá nueva cartelería y mensajes claros sobre la vida en la estepa patagónica. Las plantas, los suelos y los animales mostrarán su capacidad de adaptación a la falta de agua, en un relato que combina ciencia y asombro. El objetivo no es solo informar, sino despertar conciencia sobre la fragilidad del ecosistema y la importancia de protegerlo.

El plan contempla también un fuerte trabajo con la comunidad educativa. Habrá talleres, capacitaciones y visitas escolares que convertirán al jardín en un aula al aire libre. Niños, docentes y familias podrán aprender en contacto directo con la naturaleza, con la guía de especialistas que conocen en detalle los secretos de las especies locales.

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La apuesta va más allá de la enseñanza tradicional. El JBPE quiere ser un punto de encuentro para la ciudadanía, un espacio donde cada persona pueda involucrarse con la conservación. Por eso también se organizan actividades en barrios, instituciones privadas y áreas protegidas, siempre con el agua como eje central de reflexión y acción.

La conservación de especies nativas ocupa un lugar central en la agenda. El proyecto impulsa la propagación de plantas adaptadas a la sequía, la producción de semillas y la restauración de espacios degradados. El jardín se transforma así en un laboratorio vivo que no se queda en la teoría, sino que genera soluciones aplicables en la región.

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Otro aspecto distintivo es la combinación entre ciencia y acción social. Investigadores del Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales trabajan junto a vecinos y organizaciones locales. Esa sinergia garantiza que las iniciativas tengan impacto real en el territorio y respondan a necesidades concretas. La idea no es imponer, sino construir en conjunto una forma distinta de valorar el ambiente.

Puerto Madryn suma así un nuevo orgullo. El Jardín Botánico Extraandino comienza a posicionarse como referente regional en la gestión sustentable del agua, integrando conocimiento, educación y compromiso social. Su crecimiento muestra que, en tiempos de sequía, la unión entre ciencia y comunidad puede abrir caminos hacia un futuro más consciente y equilibrado.

Fuente: IPEEC-CONICET