

Un robo millonario ocurrido en San Martín de los Andes derivó en la imputación de un hombre acusado de sustraer más de dos millones de pesos a una turista que se alojaba en un departamento céntrico. El hecho ocurrió el pasado 22 de agosto en una vivienda de la calle San Martín al 300, adonde los delincuentes ingresaron tras forzar una ventana.


Según la información brindada por el Ministerio Público Fiscal y la Policía provincial, los ladrones actuaron en distintos momentos de la tarde, entre las 19 y las 19.27. Del interior del departamento se llevaron un total de $2.050.000 en efectivo, distribuidos en varias habitaciones y en el living, además de un reloj-pulsera que estaba sobre una mesa de luz.
OTRAS NOTICIAS:
Tras varias semanas de investigación, se logró detener a uno de los sospechados, identificado como F.E.C., durante un allanamiento en su domicilio. En el procedimiento se secuestró un reloj similar al robado, lo que reforzó las sospechas de los investigadores.
El asistente letrado Federico Surá fue el encargado de formular la acusación en audiencia. Pidió que el imputado permanezca detenido con prisión preventiva durante dos meses, al considerar que existía riesgo de fuga y recordando que el acusado había cumplido recientemente otra condena penal.
OTRAS NOTICIAS:
Sin embargo, el juez de garantías Juan Pablo Balderrama resolvió de manera diferente. Si bien avaló la imputación por robo calificado por efracción en calidad de autor, rechazó el pedido de prisión preventiva y fijó un plazo de investigación de dos meses.
En lugar de la medida solicitada por la fiscalía, el magistrado dispuso que el acusado cumpla con presentaciones diarias en la comisaría 43 de San Martín de los Andes. Deberá concurrir dos veces por día, entre las 8 y las 9 de la mañana y entre las 20 y 21 horas, como forma de garantizar su sujeción al proceso.
OTRAS NOTICIAS:
Mientras tanto, los investigadores continúan trabajando para dar con el segundo implicado, que ya fue identificado pero aún permanece prófugo. El caso mantiene en alerta a la comunidad local, debido al monto del robo y a la violencia con la que se cometió el hecho.








Añelo se llenó de camas nuevas, pero faltan ocupantes y el negocio se reordena











