Eliminan el tope para exportadores de servicios y podrán cobrar en dólares sin límites

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) oficializó esta semana la Comunicación A 8330, una norma que marca un cambio profundo en el régimen cambiario aplicado a los exportadores de servicios. Desde el 18 de septiembre, los residentes en el país que facturen trabajos al exterior podrán recibir y conservar divisas sin límite de monto y sin obligación de liquidarlas al tipo de cambio oficial, algo que hasta ahora solo era posible dentro de un tope anual de 36.000 dólares.

El nuevo esquema beneficia directamente a freelancers, programadores, traductores, diseñadores, consultores, creativos y profesionales independientes, que constituyen un sector creciente dentro de la economía argentina. Hasta hace pocos días, quienes superaban el tope debían liquidar sus ingresos al mercado oficial, con la consecuente pérdida de valor frente a la brecha cambiaria. La eliminación de esa restricción cambia de manera sustancial las condiciones de competencia para quienes venden servicios a clientes en el extranjero.

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La medida también incluye un aspecto operativo clave: los bancos no podrán cobrar comisiones a los usuarios por el ingreso de divisas a cuentas en dólares abiertas en el país, siempre que se trate de personas humanas residentes. La excepción se limita a los cargos que puedan aplicar entidades financieras del exterior, los cuales deberán trasladarse al cliente únicamente al costo y con la documentación respaldatoria correspondiente.

De todos modos, el ingreso de los fondos continúa teniendo una condición: las divisas deben entrar al sistema bancario local dentro de los 20 días hábiles posteriores a su cobro fuera del país o acreditación en cuentas externas. Es decir, no hay obligación de convertir, pero sí de registrar los ingresos dentro del sistema argentino, lo que mantiene un control formal por parte de la autoridad monetaria.

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El alcance de la norma es amplio y abarca múltiples rubros: servicios de construcción, informática, telecomunicaciones, propiedad intelectual, investigación, publicidad, arquitectura, ingeniería, audiovisuales, jurídicos, contables, gerenciales, de salud y hasta oficios culturales y recreativos. En todos esos sectores, la posibilidad de cobrar directamente en dólares sin límite de monto mejora la previsibilidad financiera y el acceso a divisas propias.

Consultoras económicas destacan que este cambio podría contribuir a reducir la brecha entre el trabajo local y el mercado global, incentivando la permanencia de profesionales que en muchos casos optaban por cobrar fuera del sistema o directamente migrar para mejorar su poder adquisitivo. El esquema anterior, aseguran, funcionaba como un desincentivo a la formalidad, ya que muchos freelancers preferían usar billeteras virtuales o cuentas internacionales para evitar la obligación de liquidar al tipo de cambio oficial.

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En el plano institucional, la medida responde a un pedido reiterado de cámaras empresarias y asociaciones vinculadas a la economía del conocimiento, que reclamaban mayor flexibilidad para competir en el mercado internacional de servicios. Se trata de un sector con peso creciente: de acuerdo con datos de la Cancillería, en 2024 las exportaciones de servicios basados en conocimiento superaron los 8.000 millones de dólares, con la Argentina ubicada entre los principales proveedores de América Latina.

El impacto también alcanza a pequeñas y medianas empresas que exportan servicios de consultoría, diseño, ingeniería o software. Para ellas, el cambio implica no solo una mejora en la rentabilidad, sino también la posibilidad de planificar inversiones con dólares propios. “Esta medida puede ser un alivio para las pymes que necesitan conservar divisas y proyectar su crecimiento en un entorno global”, señalaron especialistas en comercio exterior.

Fuente: NA.