
Vecinos y jóvenes impulsan una emotiva actividad para que nadie pase las fiestas sin un pan dulce. El amasado solidario vuelve a marcar una tradición de barrio.
Vecinos y jóvenes impulsan una emotiva actividad para que nadie pase las fiestas sin un pan dulce. El amasado solidario vuelve a marcar una tradición de barrio.
Susana, encargada del merendero “Mi sonrisa”, invita a la comunidad a colaborar con alimentos navideños y productos básicos para ayudar a más de 30 familias.