"HAY QUE RECONFIGURAR LA PALABRA CÁNCER Y HACERLA PARTE DE LA VIDA"

El 4 de febrero se presenta como un día clave para abordar esta enfermedad desde una mirada integral. A través de entrevistas como la de Patricia Gebhart, se busca difundir la necesidad de una atención que vaya más allá del ámbito médico.

Patricia Gebhart ha dedicado su vida a ofrecer apoyo emocional y físico a personas con cáncer, fundando una asociación sin fines de lucro. Ella considera que, aunque el tratamiento médico es fundamental, también es esencial dar lugar a las emociones de los pacientes y sus familias. "Es importante tener en cuenta el proceso emocional del diagnóstico", asegura en diálogo con #LA17.

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A lo largo del tiempo, se ha formado una visión más global sobre cómo abordar la enfermedad. Esto va más allá de los cuidados médicos. "El diagnóstico debe insertarse en las comunidades y en la vida cotidiana", explica Patricia. Esto implica reconocer el impacto del diagnóstico en las relaciones laborales, familiares y sociales de los pacientes.

En Sudamérica, el cáncer es la segunda causa más frecuente de morbilidad y mortalidad. "En Argentina, hay más de 130.000 personas con cáncer", y las estadísticas subrayan la urgencia de aumentar los espacios de contención para quienes atraviesan esta enfermedad. Aún así, muchos pacientes no tienen acceso adecuado a estos servicios debido a limitaciones presupuestarias.

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"La falta de información es uno de los mayores obstáculos que enfrentan los familiares", afirma Patricia. El desconocimiento sobre cómo actuar frente a un diagnóstico de cáncer agrava el sufrimiento. "Generar espacios para evacuar dudas y recibir orientación es fundamental", agrega.

La información médica está más disponible que nunca gracias a la tecnología. Sin embargo, lo que falta es un enfoque personalizado y comunitario para que cada familia reciba el apoyo necesario. "Las comunidades deben tener herramientas para gestionar las emociones frente al diagnóstico", indica Patricia, quien resalta que el acompañamiento debe ser ajustado a las circunstancias de cada grupo.

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"No hay una receta única para acompañar a una persona con cáncer", aclara Patricia. Cada caso es diferente y las estrategias de apoyo deben ser adaptadas a la situación particular de cada paciente. A veces, se requieren cambios en el lugar de trabajo, en las rutinas de ejercicio, o en la dinámica familiar.

El cáncer, como diagnóstico, no desaparece al finalizar el tratamiento. "El proceso no termina con la cura, sigue con la reinserción en la sociedad", destaca Patricia. Las personas que superan la enfermedad deben adaptarse a los cambios físicos y emocionales derivados del tratamiento, mientras la sociedad también debe aprender a recibirlos.

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El tratamiento del cáncer debe incluir no solo la atención médica, sino también la "reconfiguración de la palabra cáncer" en la sociedad. "La gente debe dejar de temerle a la palabra cáncer", sostiene Patricia. Este cambio de perspectiva permite un abordaje más positivo y proactivo.

Además, la labor de la Asociación Madrynense de Arte y Salud es clave en este proceso. Los talleres de contención emocional que organizan están orientados tanto a pacientes como a sus familias. Estos espacios permiten compartir experiencias, resolver dudas y, lo más importante, gestionar las emociones frente a un diagnóstico tan impactante.

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"Los talleres son espacios seguros donde se puede hablar sin miedo", resalta Patricia. En ellos, los participantes pueden aprender cómo acompañar mejor a sus seres queridos durante el tratamiento y cómo sobrellevar sus propios miedos. "Es importante acompañar, pero también saber cuándo hay que dar espacio", reflexiona.

El acompañamiento en la enfermedad no se limita solo al aspecto físico, sino que también involucra "apoyar emocionalmente al paciente y a su entorno". "Las familias deben aprender a gestionar sus emociones para ser de ayuda", concluye Patricia.

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Con el apoyo de estas iniciativas, las personas diagnosticadas con cáncer pueden sentirse menos solas y más acompañadas en su proceso de recuperación. Patricia invita a quienes necesiten este apoyo a acercarse a la Asociación Madrynense de Arte y Salud, donde encontrarán un lugar para sanar emocionalmente.

"En marzo comienzan las actividades de apoyo, que se extenderán hasta diciembre", comenta Patricia. Estos talleres son una oportunidad para quienes luchan contra el cáncer, sus familiares y los cuidadores. Pueden participar todos aquellos que necesiten orientación, ya sea sobre el tratamiento o el proceso emocional que implica atravesar esta enfermedad.

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"El cáncer no es solo un diagnóstico médico, es un proceso de vida", concluye Patricia, invitando a la comunidad a acompañar a los pacientes con una visión más amplia y justa. La reinserción en la vida cotidiana es un desafío, pero "si todos actuamos juntos, podemos lograrlo".