Descubren bajo el agua el último templo de Cleopatra en la antigua Alejandría

En la bahía de Alejandría, el arqueólogo francés Franck Goddio confirmó el hallazgo del último templo de Cleopatra VII, un santuario hundido dedicado a la diosa Isis. El descubrimiento se produjo luego de más de 30 años de trabajos de arqueología submarina en el antiguo puerto oriental y en la isla sumergida de Antirhodos.

El templo, conocido como Iseum, fue uno de los monumentos más importantes del Egipto helenístico. Según Goddio, “basándonos en los hallazgos arqueológicos, podemos reconstruir ahora el Templo de Isis muy bien”, en referencia a la restitución que presentó en una publicación académica reciente en Oxford.

Las investigaciones revelaron que el santuario fue erigido en honor al dios Osiris en el siglo III a.C., pero se amplió durante el reinado de Ptolomeo XII y de su hija Cleopatra VII. El templo funcionó como espacio de culto personal y símbolo de poder político hasta que un terremoto lo destruyó hacia el año 50 d.C.

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Los arqueólogos hallaron columnas de granito de ocho metros, fragmentos de mosaicos, estatuas, frescos con pigmentos preservados y 21 medallas de plata y bronce de los monarcas ptolemaicos. Estos objetos se suman a un tesoro que había quedado protegido bajo el agua tras el colapso del templo en el puerto.

El proyecto contó con el patrocinio de la Hilti Foundation y la colaboración del Institut Européen d’Archéologie Sous-Marine. La investigación demostró que el templo fue renovado en varias fases, continuó activo durante la dominación romana y recibió donaciones hasta su caída.

Damian Robinson, profesor de la Universidad de Oxford, destacó que “con el hallazgo del Templo de Isis nos encontramos en el epicentro del reino de Cleopatra”, ya que desde esa isla real la última reina ptolemaica gobernó y estableció sus alianzas políticas.

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Los expertos señalan que la importancia del descubrimiento trasciende el ámbito arqueológico. El templo de Isis confirma la fusión cultural heleno-egipcia, una característica central de la dinastía ptolemaica, y aporta pruebas de la dimensión política y religiosa de Cleopatra.

En paralelo, los trabajos en Alejandría también permitieron localizar ruinas del Faro y nuevas evidencias en las ciudades sumergidas de Canopo y Thônis-Heracleion, sumando un capítulo clave en la reconstrucción de la historia marítima del Mediterráneo.

Goddio remarcó que las excavaciones continúan y que el misterio del templo aún guarda secretos. Los arqueólogos consideran que este hallazgo es un “hito significativo” en el estudio de Cleopatra y de la cultura que marcó el final del Egipto faraónico.

Fuente: LA NACION.