Más multinacionales se van del país y el mapa empresario cambia a toda velocidad

Las salidas ya no sorprenden, pero siguen generando impacto. Desde que comenzó el año, una ola de empresas extranjeras decidió retirarse de Argentina, ya sea vendiendo activos, cerrando plantas o dejando de operar directamente.

No hay sector que se salve: energía, medios, fertilizantes, automotrices, consumo masivo. Las razones son varias, pero el denominador común es uno: los números no cierran.

Una de las últimas en armar las valijas fue Nutrien, la gigante canadiense del agro. Vendió su 50% en Profertil S.A. por US$600 millones a un dúo de capitales nacionales: Adecoagro y la Asociación de Cooperativas Argentinas. La operación redibuja el panorama de los fertilizantes en Argentina, donde Profertil abastece el 60% del consumo nacional de urea.

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En el rubro energético, Total Energies y Total Austral transfirieron su participación del 45% en dos bloques de Vaca Muerta a YPF. “El acuerdo se firmó el 6 de agosto de 2025 e implicó un proceso competitivo”, indicó el estudio Marval, O’Farrell & Mairal. Los bloques Rincón La Ceniza y La Escalonada, ambos en Neuquén, seguirán operando con participación de Shell y Gas y Petróleo de Neuquén.

Los medios tampoco se salvan. El gigante Paramount ya vendió Chilevisión y ahora avanza con la venta de Telefe y sus señales regionales. El empresario rosarino Gustavo Scaglione, dueño de Canal 3, radios y el diario La Capital, suena como comprador firme.

Mientras tanto, el grupo Emes, conducido por Marcelo Mindlin, se metió en el negocio del cemento. Compró deuda de InterCement, la firma controlante de Loma Negra, por US$1.800 millones. El movimiento se interpreta como el primer paso para quedarse con el control de la histórica cementera.

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En otros casos, el retiro es más abrupto. Comeca, fabricante de envases metálicos, cerró dos plantas —en Mendoza y Buenos Aires— y dejó a 200 trabajadores sin empleo. Desde la firma argumentaron que producir en el país les costaba un 50% más que importar.

La misma suerte corrió Mustad, de origen noruego, que fabricaba herraduras en Tres Arroyos. Cerró la planta sin aviso. “Vinieron, hicieron apagar los hornos y se fueron”, relató Gustavo Acosta de la UOM local.

Las noticias se acumulan, pero no hay señales de que esta tendencia se detenga. Las empresas se reacomodan y el peso de los jugadores locales empieza a crecer. El tablero empresarial argentino cambia día a día.

Fuente: BAE