Intento de asesinato en Moscú: Bashar al-Assad fue hospitalizado tras un envenenamiento

Actualidad06/10/2025

Bashar al-Assad.

Bashar al-Assad vuelve a estar en el centro de la escena internacional. El exdictador sirio, de 60 años, fue hospitalizado de urgencia en Moscú tras sufrir un intento de asesinato por envenenamiento, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y el diario británico The Daily Mail.

Al-Assad reside en Rusia junto a su esposa y sus tres hijos desde diciembre de 2024, cuando fue derrocado por milicias rebeldes encabezadas por el grupo Hayat Tahrir al Sham. Desde entonces, vive bajo la protección de Vladimir Putin en la capital rusa, donde se mantiene alejado de la vida pública.

Según la información publicada, el ataque habría tenido como objetivo “avergonzar al Gobierno ruso y acusarlo de complicidad” en su eventual muerte. La fuente citada asegura que el exmandatario estuvo al borde de perder la vida, pero logró recuperarse tras varios días de internación intensiva.

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El reporte médico indica que al-Assad se encuentra estable, aunque permanece bajo estrictas medidas de seguridad. Su hermano Maher pudo visitarlo en el hospital, donde se montó un amplio operativo para evitar filtraciones. Hasta el momento, el Gobierno de Putin no emitió ningún comunicado oficial sobre lo ocurrido.

Medios internacionales mencionan que versiones previas, no confirmadas, sostienen que el exlíder ingresó “en estado crítico” y que durante sus primeras semanas en Rusia se había quejado de malestar y dificultades respiratorias. Ninguna de estas informaciones fue verificada de manera independiente.

Mientras tanto, la justicia siria avanza en su contra. El juez de Instrucción de Damasco, Taufik al Ali, ordenó el arresto “in absentia” de Bashar al-Assad por cargos de privación de libertad, asesinato premeditado y tortura con resultado de muerte, relacionados con la represión en Deraa en 2011.

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Además, Abdulbasit Abdul Latif, presidente de la Comisión Nacional para la Justicia Transicional en Siria, confirmó que trabajan con Interpol para perseguir a al-Assad y a su hermano Maher. “Quienes han huido de Siria no van a escapar de la justicia”, advirtió el magistrado.

La combinación entre el intento de asesinato, su delicado estado de salud y el avance judicial internacional sitúa al exdictador en una posición cada vez más vulnerable, lejos del poder que sostuvo durante más de dos décadas.