Condenan a un hombre por amenazas coactivas y tenencia ilegal de un arma de fuego

La Fiscalía de Lago Puelo obtuvo una condena en un juicio oral que finalizó con la declaración de culpabilidad de Edgardo Matus, acusado por violencia de género y tenencia ilegal de un arma de fuego. El tribunal impuso una pena de tres años y dos meses de prisión, tras un proceso en el que el equipo fiscal logró recalificar la acusación durante el debate, gracias a la prueba reunida en la audiencia.

El hecho por el que fue condenado ocurrió a fines de 2023, cuando Matus amenazó a su expareja para obligarla a retirar denuncias previas y retomar la convivencia con él. Según la investigación, la intimidación incluyó amenazas de muerte y se dio en un contexto claro de violencia de género. Días después, en un allanamiento en su domicilio, la policía encontró un arma de fuego sin autorización legal, lo que sumó un segundo delito.

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Inicialmente, el acusado enfrentaba cargos por amenazas simples, pero la fiscalía argumentó que las pruebas demostraban una conducta coactiva, destinada a forzar a la víctima a actuar contra su voluntad. El cambio de calificación fue aceptado por el tribunal, al comprobarse que las amenazas fueron utilizadas como un medio de presión psicológica y control.

La fiscal a cargo, Andrea Rubio, sostuvo que las evidencias recogidas en el debate demostraban la intención del acusado de doblegar la voluntad de la mujer, en un contexto de agresión sostenida. Durante el juicio se presentó el testimonio firme de la víctima, el cual fue respaldado por informes policiales y un peritaje psicológico que confirmó la veracidad del relato.

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La prueba material también resultó decisiva: los agentes hallaron el arma y municiones en el lugar exacto señalado por la víctima. El juez consideró que estos elementos consolidaban la acusación y reflejaban una amenaza creíble y planificada, reforzada por el acceso inmediato del acusado al arma.

Al dictar sentencia, el magistrado destacó como agravantes la situación de vulnerabilidad de la víctima, la reincidencia en hechos de violencia y el uso del arma como herramienta de intimidación. Matus ya tenía una condena anterior por agresiones contra la misma mujer, lo que influyó en la valoración judicial.

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La pena de tres años y dos meses de prisión se impuso como resultado de la combinación de los delitos de Amenazas Coactivas y Tenencia Ilegal de Arma de Fuego, con el reconocimiento del contexto de violencia de género. El fallo refuerza la línea de trabajo del Ministerio Público Fiscal en la región, que busca visibilizar y sancionar con mayor firmeza los delitos de violencia doméstica y psicológica.

Fuente: MPF Chubut