Triple crimen: la madre de una víctima habló de los narcos y dio detalles de los motivos

La causa por el triple crimen de Florencio Varela sumó nuevas revelaciones con la declaración de la madre de una de las víctimas. Sabrina Mara del Castillo, mamá de Morena Verdi (20), declaró ante el fiscal Adrián Arribas y afirmó que su hija y las otras dos jóvenes habrían sido asesinadas por un ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico.

“Para mí fue un narco femicidio. Por cómo las atacaron, especialmente a Lara, se nota que hubo un mensaje detrás del crimen”, expresó Del Castillo en su testimonio judicial. La mujer relató que su hija trabajaba junto a Lara Gutiérrez (15) y Brenda González, y que los últimos días antes del crimen habían recibido amenazas.

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Según su versión, Lara habría visto a un hombre que traficaba drogas y lo comentó a su pareja, quien presuntamente la envió nuevamente a reunirse con ese cliente “para dormirlo y robarle la droga”. La madre sostuvo que ese dato explicaría la brutalidad con que las tres chicas fueron atacadas. “Lara tenía los dedos cortados. Es una forma de castigo narco por tocar lo que no se debía tocar”, aseguró.

Los investigadores evalúan esta hipótesis como una de las líneas principales, junto con los vínculos entre los acusados y las redes de venta de drogas en la zona sur del conurbano. El expediente ya tiene nueve detenidos, entre ellos Maximiliano Parra (18) e Iara Ibarra (19), hallados limpiando sangre en la casa donde las víctimas fueron asesinadas.

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La mujer también solicitó custodia policial para su familia tras recibir amenazas. Aseguró que tanto ella como los allegados de Brenda González fueron hostigados luego de conocerse la denuncia. “Desde el primer día empezamos a recibir mensajes intimidantes. Tenemos miedo de que nos pase lo mismo”, declaró ante el fiscal.

En su testimonio, Del Castillo reconoció que las jóvenes ejercían la prostitución en el barrio porteño de Flores y señaló a Agostina, hermana mayor de Lara, como quien organizaba los encuentros. “Era la que las entregaba para trabajar”, indicó, aunque dijo desconocer si la mujer también participaba de esa actividad.

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El crimen ocurrió entre el viernes 19 y el miércoles 24 de septiembre. Las tres chicas habían sido contactadas para asistir a una fiesta donde les pagarían 300 dólares. Fueron vistas por última vez cuando subieron a una camioneta blanca en La Matanza. Días después, sus cuerpos fueron hallados en un pozo en el fondo de una vivienda de Florencio Varela.

Las autopsias confirmaron que las tres víctimas fueron torturadas, golpeadas y asesinadas. Entre los objetos secuestrados figuran una pala, un parlante y restos de sangre. Las pruebas apuntan a una organización criminal que operaba bajo la fachada de fiestas privadas. En Perú fueron detenidos los principales prófugos: “Pequeño J” y Matías Ozorio, señalados como los autores materiales.

Fuente: Clarín, La Nación, Ámbito Financiero