Garbellini, el operador en las sombras que sacude la causa por coimas en la ANDIS
Actualidad13/10/2025
Sergio Bustos
Spagnuolo, Karina y "Lule" complicados.
La figura de Daniel Garbellini emerge como el centro de un entramado de corrupción que sacude a la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). Exsubdirector ejecutivo y considerado el “número dos” de Diego Spagnuolo, Garbellini está bajo la lupa de la Justicia por presuntamente coordinar un esquema de coimas a proveedores de medicamentos de alto costo.
El juez Sebastián Casanello y el fiscal Franco Picardi ordenaron 24 allanamientos simultáneos en droguerías y domicilios particulares de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires. El operativo busca confirmar si Garbellini articulaba pedidos de sobornos a empresas vinculadas al organismo estatal.
Los investigadores llegaron a esta nueva línea a partir del análisis de celulares secuestrados en etapas anteriores. Allí encontraron mensajes y registros que apuntan a Garbellini como nexo operativo entre funcionarios y empresas proveedoras. Por ahora, no se revelaron nombres de los demás sospechosos ni se confirmó la participación de Suizo Argentina.
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Garbellini, que hasta hace pocos meses era una figura discreta dentro del organismo, tuvo poder real sobre la estructura interna de contrataciones y adquisiciones, incluso en áreas sensibles vinculadas a medicamentos de alto costo. Según fuentes judiciales, su rol era clave para destrabar pagos y habilitar operaciones, lo que le habría dado margen para negociar beneficios ilegales.
“La hipótesis es que Garbellini coordinaba pedidos de coimas desde su posición jerárquica y con acceso privilegiado al circuito de compras”, detallaron fuentes con acceso al expediente. Su relación estrecha con Spagnuolo, el entonces director de la ANDIS, le permitió moverse con autonomía y sin controles efectivos.
El caso explotó públicamente tras la difusión de audios atribuidos a Spagnuolo, en los que se mencionan exigencias de pagos a laboratorios y se nombran a Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem, aunque ninguno fue imputado. Garbellini aparece en esa red como el operador interno que transformaba los pedidos en hechos.
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Los allanamientos se realizaron bajo secreto de sumario, con la participación de la Policía de la Ciudad y de la Bonaerense. Se incautaron computadoras, celulares y documentación contable que podría confirmar un circuito paralelo de contrataciones, sin trazabilidad en los portales oficiales.
En paralelo, la Casa Rosada ordenó una auditoría interna en la ANDIS. El interventor Alberto Vilches ya recibió parte de la documentación incautada y trabaja en reconstruir el sistema de compras. Se sospecha que Garbellini y su entorno armaron compulsas de precios ficticias para evitar controles y simular competencia entre proveedores.
La investigación judicial avanza mientras el Congreso prepara la interpelación de Karina Milei y el ministro de Salud, Mario Lugones, por su rol político en la supervisión del organismo. Aunque Garbellini no ocupaba un cargo visible, su poder real podría convertirlo en pieza clave para entender cómo operó la red de sobornos dentro de la ANDIS.
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