Caleta Valdés, miradores y acceso público: la historia detrás del ordenamiento y el presente

Turismo28/10/2025REDACCIÓNREDACCIÓN
Miradores en Península Veldés fuente peninsulavaldes.org.ar
Miradores en Península Veldés fuente peninsulavaldes.org.ar

A 40 años de los primeros controles en la zona, Néstor “Quique” García repasó en #LA17, el origen de los miradores y pidió diálogo para sostener el acceso turístico sin afectar la fauna.

“Caleta Valdés yo lo recuerdo en la década de los 80 que era una huella y no había absolutamente nada.” El exfuncionario Néstor “Quique” García ubica ahí el punto de partida de un proceso que cambió para siempre la visita a Península Valdés. La zona recibía acampes, fogones y caminatas entre elefantes marinos y lobos marinos, sin criterios de manejo ni control. La idea fue pasar del desorden a un esquema simple: presencia estatal, miradores seguros y tránsito ordenado.

En esa transición, García recuerda un gesto que sintetiza el espíritu de aquellos años. “Don Ortiz, ¿no quiere convertirse en guardafauna y empezamos a ordenar esto?” El pescador Ortiz aceptó, y con un contrato, combustible y apoyo logístico, nació un primer control de base. “Es una tarea de ordenamiento y creo que fue exitosa.” Con el tiempo, se sumaron acuerdos con propietarios, se construyó la casa de guardafauna en Punta Cantor y se habilitaron miradores para evitar detenciones peligrosas al borde de los acantilados.


OTRAS NOTICIAS:

Patricia BullrichBullrich buscará una mayoría en el Congreso para aprobar reformas económicas y laborales


El crecimiento turístico confirmó la apuesta. “Comprobamos fácil 400, 500 personas; entraban y salían todo el tiempo.” García acompañó el último fin de semana al ministro Diego Lapenna para repasar in situ esa historia y su estado actual. El flujo constante de visitantes convive con poblaciones de fauna en aumento y un paisaje que sigue asombrando. “Escénicamente es de los lugares más bonitos de la península”, subraya.

El exfuncionario defiende una premisa operativa: acceso con control. “No permitirle bajar a un turista 10 minutos en el mirador para observar la caleta me parece una locura.” El sistema de miradores no busca invadir ni masificar, sino ordenar la experiencia en puntos seguros, con cartelería y supervisión. La visita guiada y el respeto a los perímetros protegen tanto a la fauna como al visitante.

Sobre los recientes cortocircuitos, García vuelve al método que aplicó durante años. “Siempre escucho a todo el mundo, pero la decisión final la tenés vos.” Pide sostener mesas de diálogo y reglas claras para operadores, estancias y organismos públicos, sin medidas intempestivas como cierres de caminos que golpean al turismo y confunden a la comunidad. El objetivo, dice, es prevenir conflictos evitando improvisaciones.


OTRAS NOTICIAS:

Martín SeefeldMartín Seefeld reveló el conflicto que frenó la película de Los Simuladores


También invoca el marco legal que respalda el uso responsable del litoral. “Las playas son de dominio público y la ley provincial garantiza el libre tránsito.” Con esa base, propone acuerdos previos, trazados definidos y control de guardafauna en accesos sensibles. El antecedente judicial de Bahía Cracker –recuerda– refuerza el principio de acceso público ordenado.

La mirada se amplía a otros frentes. García sugiere “poner foco en todo”, desde Caleta Valdés hasta El Pedral, para evitar nuevos focos de conflicto. La planificación, los protocolos de visita y la presencia de Estado deben sostenerse en temporada y fuera de temporada. “Península Valdés es un modelo consolidado.” Ese modelo, insiste, requiere constancia, diálogo y decisiones locales.


OTRAS NOTICIAS:

Autodromo Buenos AiresBuenos Aires acelera por la Fórmula 1: invertirán 132 mil millones para renovar el Autódromo


García repasa, además, un viejo expediente ante la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) para transferir áreas de la Armada a la Provincia, con la mira en Punta Delgada. “No vale hacer cosas que las decisiones sobre un área tan importante como Península Valdés las tomen en un escritorio en Buenos Aires.” La propuesta vuelve a escena: gestión provincial, control científico y acceso cuidadoso.

Los datos de largo plazo alimentan el optimismo. Según García, los ejemplares de fauna emblemática crecieron de manera sostenida desde los 80 hasta hoy, con aciertos y correcciones sobre la marcha. La lección que deja Caleta Valdés es nítida: acceso sí, desorden no. La tarea ahora es cuidar lo logrado, evitar medidas bruscas y sostener una conversación informada que priorice el bien común.

Te puede interesar

Suscribite al newsletter de #LA17