

El Hospital Garrahan confirmó un aumento salarial del 61% que sus autoridades definieron como “histórico”. La medida alcanza a empleados de planta, contratados, becarios y residentes, y será retroactiva a octubre. Además, los trabajadores seguirán cobrando los bonos mensuales de $350 mil y $450 mil, según cada función.


“Es un aumento histórico”, repitieron desde la dirección del hospital. El anuncio busca cerrar una etapa de conflicto sindical que se mantuvo durante meses, marcada por paros y protestas del personal.
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El Garrahan aseguró que la mejora salarial se financia con recursos propios y sin comprometer la estabilidad institucional. Según la administración, los fondos para adelantar el pago ya están disponibles, a la espera de la transferencia del Gobierno Nacional.
Desde la conducción remarcaron que la eficiencia administrativa permitió sostener la atención médica y reconocer el trabajo de todos los equipos. “Así funciona una administración ordenada: la plata alcanza, el trabajo se valora y los resultados se ven”, expresaron.

Aun así, la tensión gremial no cede. La Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) ocupó las oficinas de la dirección médica durante seis horas el viernes pasado, tras los descuentos aplicados por días de paro.
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“Nos descontaron entre 300 y 500 mil pesos por ejercer el derecho a huelga”, denunció Alejandro Lipcovich, delegado de ATE Garrahan. Sostuvo que las sanciones afectaron sobre todo a enfermeras e instrumentadoras “que no llegan a fin de mes”.
La APyT acusó al Consejo de Administración de actuar con autoritarismo y de ocultar fondos propios. En un comunicado, lo calificó como “enemigo del Garrahan y las infancias”, y exigió la restitución inmediata de los haberes descontados.
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“Se tienen que ir porque cada minuto que pasa y están al frente del hospital, las infancias y el equipo de salud estamos peor”, planteó el gremio, que anunció nuevas medidas de fuerza si no se abre el diálogo.
Mientras tanto, el Garrahan intenta sostener la calma interna y mostrar resultados concretos en medio de un contexto político que no le da respiro.


















