
Pesatti se aleja de Weretilneck tras el golpe electoral de Juntos en Río Negro
Actualidad05/11/2025
Sergio Bustos
El escenario político rionegrino quedó sacudido tras el fracaso electoral del oficialismo. La alianza Juntos Somos Río Negro (JSRN), que gobernó la provincia durante años con comodidad, no logró mantener su representación en el Congreso y abrió un nuevo frente de conflicto interno.


El vicegobernador Pedro Pesatti tomó la iniciativa y convocó a una sesión en la Legislatura para el jueves 20 de noviembre a las 8.00. La decisión llega en medio de una evidente distancia con el gobernador Alberto Weretilneck, quien lo dejó fuera de la lista de senadores nacionales.
La candidatura fue para Facundo López, y ese gesto rompió el equilibrio que ambos dirigentes habían sostenido desde la creación de JSRN. La exclusión de Pesatti no fue solo política, también fue simbólica: marcó el fin de una sociedad que había atravesado victorias, reelecciones y la consolidación del poder provincial.
En las elecciones del 26 de octubre, el oficialismo compitió dentro de la coalición Juntos Defendemos Río Negro (JDRN), junto a la UCR, la CC-ARI y otros partidos. Pero la fórmula no alcanzó: lograron apenas un 27% en senadores y un 26% en diputados, quedando fuera de ambas cámaras nacionales.
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La derrota implica que el espacio perderá el 10 de diciembre el escaño que hoy ocupa Agustín Domingo, un golpe directo al armado político de Weretilneck. Esa pérdida de representación debilitó la estructura de poder y generó reproches dentro del oficialismo.
Pesatti, que fue su principal socio en la gestión y uno de los fundadores del espacio, se muestra cada vez más autónomo. Su convocatoria a sesión, sin temario definido, fue interpretada como una señal política más que administrativa. “Quiere marcar presencia y recuperar protagonismo”, comentó un legislador cercano.
En los pasillos de la Legislatura, se habla de un enfriamiento total entre ambos dirigentes. El diálogo se habría reducido a lo estrictamente institucional, y algunos colaboradores admiten que la relación personal “ya no tiene retorno”.
Weretilneck, por su parte, eligió el silencio. No emitió declaraciones desde el día posterior a las elecciones y se mantiene recluido en su entorno más cercano, evaluando los pasos a seguir. La estrategia parece orientarse a sostener el control del partido, aunque sin exponerse públicamente a nuevas tensiones.
Fuentes de la coalición admiten que el resultado electoral fue peor de lo esperado, incluso en ciudades donde históricamente JSRN dominaba. El corte de boleta favoreció a otras fuerzas y dejó en evidencia el desgaste del oficialismo provincial.
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Pesatti, en cambio, mantiene una agenda institucional intensa. Aseguran que busca proyectarse como referente propio, más allá del liderazgo de Weretilneck. En ese marco, la sesión del 20 de noviembre podría ser el escenario donde empiece a mostrar esa independencia.
El temario aún se definirá en Labor Parlamentaria, pero todo indica que incluirá temas sensibles: presupuesto, obras públicas y un posible debate sobre el futuro de la coalición. “Será una sesión política, no técnica”, reconoció un asesor legislativo.
“El vínculo político está en su punto más frío desde 2019”, señalan desde la Legislatura. La derrota en las urnas solo aceleró un proceso que muchos veían venir: la fragmentación del poder en el oficialismo rionegrino.
En los próximos días, ambos dirigentes deberán compartir el recinto, aunque todo indica que la distancia entre ellos ya es más profunda que la institucional. Lo que se juega ahora es el futuro del espacio que dominó la provincia durante más de una década.
















