La minería argentina proyecta un salto histórico y apunta a superar los USD 25.000 millones en exportaciones para 2033
Actualidad14/11/2025
REDACCIÓN
Litio
La proyección elaborada por BBVA Research marca un horizonte que pocos imaginaban hace algunos años. El sector minero podría superar los USD 25.000 millones en exportaciones hacia 2033, siempre que el país logre sostener un marco estable y active la mayor parte de los proyectos que hoy esperan en distintas provincias. La minería todavía representa menos del 1% del PBI y apenas un 6% de las ventas externas argentinas, pero la próxima década abre un escenario que reconfigura la estructura del comercio exterior.
Según el informe, la transición energética global acelera la demanda de minerales esenciales y coloca a Argentina en una posición que llama la atención de los grandes inversores. El país cuenta con una de las carteras de proyectos más importantes del mundo, un punto que impulsa estimaciones de inversión por encima de los USD 35.000 millones sólo para los próximos diez años.
En ese panorama, el litio ocupa el centro de la escena. Argentina podría abastecer hasta un 20% de la oferta global hacia 2033, un volumen que transforma por completo su peso en la economía nacional. El 2024 mostró el inicio de ese cambio, ya que el litio superó a la plata y llegó a un 14% de las exportaciones mineras, un salto que anticipa lo que puede venir con nuevas operaciones y ampliaciones.
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BBVA Research destaca que el empuje del litio responde a la demanda de baterías para electromovilidad y almacenamiento de energía renovable, dos segmentos que avanzan sin freno en los principales mercados. Con más proyectos en marcha, la minería espera un salto exportador que alteraría la composición de las ventas externas argentinas, hasta ahora concentradas en el agro y la industria alimenticia.
El informe también apunta al cobre. Aunque Argentina no produce desde 2018, posee yacimientos de escala internacional que podrían cambiar el mapa exportador. Los emprendimientos vinculados a este mineral acumulan una inversión potencial de USD 35.000 millones, una cifra que movería el tablero y daría al país un rol destacado en la oferta mundial. Si los planes se concretan, las exportaciones mineras superarían los USD 11.000 millones para 2033, con el cobre como motor principal.
La normativa surge como un punto determinante en esta etapa. El Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) aparece como la herramienta que busca ordenar el escenario, mejorar la previsibilidad y atraer capitales. El Gobierno considera que el RIGI puede destrabar proyectos demorados durante décadas, en un contexto económico que exige ingresos de divisas y nuevas fuentes de actividad.
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Los datos de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) agregan otra señal positiva. Para 2025, las exportaciones podrían llegar a USD 5.055 millones, un récord histórico para el sector. El oro seguirá al frente con casi el 80% de las ventas, aunque el litio y la plata avanzan con fuerza y ganan espacio en la estructura exportadora.
La evolución futura depende de la ejecución de los proyectos y de la continuidad de políticas que generen confianza. Los especialistas coinciden en que Argentina tiene ventajas naturales que pocos países poseen, desde la geología hasta la ubicación dentro de las regiones más demandadas por la transición energética. Con precios internacionales firmes y nuevas tecnologías, la oportunidad se amplía.
El informe señala que el litio mantendrá su protagonismo en los próximos años, mientras que el cobre sumará volumen desde 2030, cuando arranquen los emprendimientos más grandes. Ambos minerales integrarían una dupla capaz de transformar la matriz exportadora argentina, que hoy muestra una dependencia marcada del agro.
En el plano internacional, la demanda de insumos para la descarbonización impulsa esta dinámica. El litio y el cobre, esenciales para baterías y dispositivos electrónicos, figuran entre los bienes con mejores perspectivas a mediano y largo plazo. La combinación de recursos, ubicación y potencial de inversión posiciona a Argentina en un lugar atractivo para las cadenas de suministro globales.
El documento concluye que la minería puede convertirse en un eje de crecimiento nacional, con impacto directo en las provincias productoras, generación de empleo y un aporte sólido a la balanza comercial. Todo depende de que los proyectos avancen y las condiciones acompañen, en un momento en que cada dólar cuenta.
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