Un alumno de 11 años llevó balas a la escuela y las repartió a sus compañeros

La comunidad educativa de la escuela 184, en el barrio San Martín, activó esta semana un protocolo de seguridad luego de que un niño de 11 años llevara tres proyectiles al establecimiento y los repartiera entre sus compañeros. El hecho generó preocupación entre las familias y motivó una intervención inmediata de distintas áreas para acompañar al menor y garantizar la tranquilidad en el entorno escolar.

La supervisora técnica de Educación Primaria de la Región VI, Grisel Quiñonero, explicó que el episodio no incluyó amenazas directas, pero sí obligó a actuar con rapidez. “No hubo amenazas, pero sí situaciones que resultan un alerta y que requieren intervención de la escuela”, señaló.

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Tras conocerse la situación, personal de la Seccional Séptima y de la Policía Comunitaria visitó el domicilio del niño para establecer cómo accedió a las municiones. En paralelo, se realizaron entrevistas con el estudiante y con sus compañeros para reconstruir el contexto y descartar riesgos adicionales.

El miércoles 12 de noviembre se concretó una reunión con familias en la escuela, en una jornada que coincidió con el operativo Aprender. Según Quiñonero, esa instancia permitió brindar información precisa y comenzar un trabajo articulado con los equipos directivos. Al día siguiente no hubo clases por las jornadas provinciales ya programadas, mientras que el viernes se retomaron las entrevistas con más padres y madres para avanzar en el acompañamiento del menor.

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Las autoridades escolares señalaron que el próximo lunes convocarán a los padres de los estudiantes que dejaron de asistir por temor. El objetivo es explicar las medidas adoptadas, detallar los pasos previstos y asegurar que el clima institucional se mantiene bajo control.

Quiñonero remarcó que la escuela se mantuvo en contacto permanente con las familias para evitar la circulación de rumores. “Ha circulado información alarmante. La escuela mantiene contacto directo con las familias para responder inquietudes y brindar tranquilidad”, afirmó, y destacó que en ningún momento se intentó minimizar el hecho.

Además del acompañamiento policial, la red de intervención continuará trabajando con otras instituciones para ofrecer contención y seguimiento al niño y a su entorno familiar, con el propósito de sostener un espacio educativo seguro y cuidado para toda la comunidad.