El Gobierno redefine su mapa interno y consolida nuevas áreas de influencia alrededor de Karina Milei
Política16/11/2025
REDACCIÓN
Karina Milei
El rediseño político del Gobierno nacional dejó un nuevo equilibrio interno, con la figura de Karina Milei como uno de los puntos centrales de la estructura, según coinciden funcionarios que observan de cerca la dinámica de la Casa Rosada. La secretaria general amplió su margen de acción desde los últimos cambios en el Gabinete y ahora influye en áreas sensibles del Estado.
El movimiento más destacado fue la llegada de Manuel Adorni a la Jefatura de Gabinete, donde actúa como enlace directo para coordinar ministerios. “La idea es ordenar la gestión con una mirada más uniforme”, señalan fuentes con presencia diaria en el edificio presidencial. En paralelo, la designación de Diego Santilli en el Ministerio del Interior cerró especulaciones sobre la creación de una supercartera, al tiempo que aclaró el rol del asesor Santiago Caputo.
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Karina Milei fortaleció además la relación política con los primos Menem, Martín y Eduardo “Lule”, quienes ganaron espacio en la articulación interna del oficialismo. El vínculo se consolidó tras la escena del 26 de octubre, cuando ambos la acompañaron antes de la victoria electoral. Desde entonces, la funcionaria alterna entre el seguimiento de la gestión y la construcción partidaria en las provincias.
El Gobierno sostiene una agenda diaria que combina coordinación entre ministros, diálogo con gobernadores y presencia en el Congreso, donde la conducción legislativa se vuelve un factor decisivo. En ese terreno aparece Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, que asumirá la jefatura del bloque libertario en el Senado.
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Bullrich interviene en discusiones internas sin alinearse con los focos de tensión del oficialismo. “La idea es reducir ruidos y garantizar una estrategia común”, explican colaboradores cercanos. Junto a Martín Menem mantiene reuniones con nuevos legisladores y prepara el esquema de funcionamiento para las primeras sesiones del período.
En paralelo, Santilli, Bullrich y los Menem sostienen encuentros semanales para revisar prioridades, mientras Adorni observa cada ministerio y define una hoja de ruta de gestión. La dinámica genera un equipo más activo y visible, con tareas diferenciadas y metas a corto plazo. Detrás de ese grupo aparece el asesor presidencial, a cargo de la comunicación, con un rol más acotado desde los últimos movimientos.
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La reorganización produjo comentarios en despachos que prefieren evitar referencias directas a internas. Aun así, algunos funcionarios reconocen ajustes en la convivencia política. “Todo está funcionando y cada cual está al tanto de su rol. Habrá que ver cuánto dura”, expresó a Noticias Argentinas un integrante del Gobierno con acceso a la mesa de decisiones.
El presidente Javier Milei observa este proceso desde una posición que mezcla distancia conceptual y necesidad política. La reactivación de la mesa chica lo incluye junto a Karina Milei, Adorni, Santilli, Caputo, Bullrich y Martín Menem, un grupo que busca consolidar un nuevo equilibrio antes del próximo tramo de la gestión.
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El acuerdo en marcha con la administración de Donald Trump aparece como un elemento adicional en ese reordenamiento, ya que funcionaría como respaldo externo para sostener lo que algunos describen como un ensayo de “nuevo poder” dentro del oficialismo, con márgenes aún en consolidación hacia 2027.
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